El martes próximo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
(USDA, por su sigla en inglés) publicará su informe mensual de estimaciones
agrícolas. Tras el sorpresivo reporte de agosto, en el que el organismo proyectó
las cosechas estadounidenses de soja y de maíz por encima de las previsiones del
mercado, la atención de los operadores volverá a estar centrada sobre la
valoración oficial de los rindes de la campaña 2017/2018 de granos gruesos.
Como sucede en la previa de cada trabajo del USDA, consultoras y grandes operadores publicaron sus propias cifras. Del relevamiento hecho por la agencia Reuters entre 22 estimadores, en promedio, el mercado ubicó la cosecha de soja estadounidense en 117,79 millones de toneladas, producto de un rinde promedio nacional de 32,82 quintales por hectárea. En ambos casos, las cifras quedaron por debajo de los 119,23 millones y de los 33,22 quintales proyectados por el organismo el mes pasado.
Las existencias finales de soja de la nueva campaña en EE.UU. fueron
calculadas por los privados en 12,08 millones de toneladas, por debajo de los
12,94 millones del trabajo oficial del mes pasado.
Acerca del maíz, los privados prevén, en promedio, una cosecha de 356,50 millones de toneladas en los Estados Unidos, producto de un rinde medio de 105,57 quintales por hectárea. Al igual que en el caso de la soja, las cifras previstas por el mercado están por debajo de las dadas por el USDA en agosto, de 359,50 millones y de 106,39 quintales.
El volumen del stock final de maíz estadounidense fue proyectado por los operadores en 55,12 millones de toneladas, contra los 57,74 millones estimados por el USDA.