Cada reporte datado en Rusia que llega a manos de los operadores en Chicago y en Kansas es un nuevo golpe para los precios del trigo de los Estados Unidos. Ayer, una consultora rusa indicó que el volumen de la producción del cereal en el país de la zona del Mar Negro podría alcanzar los 82 millones de toneladas, un nivel sin precedente, que acentuaría el liderazgo de Rusia en el mercado global y que le permitiría exportar cerca de 32 millones de toneladas.
Ante semejante noticia, y pese a la extendida racha bajista de las
cotizaciones del trigo en las bolsas estadounidenses desde el cierre de la rueda
del 11 de julio pasado, las pizarras reflejaron ayer una nueva caída de los
precios, que quedaron en el nivel más bajo en lo que va del año, al quebrar la
barrera de los 150 dólares por tonelada.
En efecto, las posiciones septiembre y diciembre del trigo en la Bolsa de
Chicago perdieron US$ 2,67 y 2,94, mientras que sus ajustes fueron de 147,80 y
de 157,63 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos resignaron US$
3,21 y terminaron la jornada con valores de 146,61 y de 156,90 dólares. Así, la
posición más cercana en ambas plazas acumula un retroceso del 27,26 y del 28,43%
frente al ajuste del 11 del mes pasado, de 203,20 y de 204,85 dólares por
tonelada, respectivamente.
Para la consultora rusa IKAR, la producción de trigo en Rusia se ubicaría en un rango de 79 a 82 millones de toneladas, por encima de los 77/80 millones previstos anteriormente. Por su parte, según informó la agencia Reuters, la Unión de Granos de Rusia calculó ayer entre 78 y 81 millones de toneladas para la actual cosecha, por encima de los 72 millones recolectados en 2016.
En su informe de agosto, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
estimó la cosecha rusa de trigo en 77,50 millones y su saldo exportable, en
31,50 millones.
Los operadores consideran que el liderazgo ruso en el mercado de exportación de trigo -también Ucrania dispondrá de un saldo de unos 16 millones-, hará compleja la competencia para entrar en los mercados del norte de África y del Sudeste asiático. El único modo posible para competir en un mercado que demanda volumen más que calidad es vía una baja de precios. Y eso es, justamente, lo que se viene reflejando en las Bolsas de los Estados Unidos.
También para la Argentina resulta adverso el récord de Rusia, dado que si bien Brasil será el principal demandante de trigo argentino, una cosecha 2017/2018 superior a los 17 millones de toneladas impondrá buscar mercados alternativos para algo más de 5 millones de toneladas.
Ayer, el trigo de la nueva cosecha argentina para las entregas en enero se negoció a US$ 162 por tonelada para Bahía Blanca y a US$ 160 para Necochea, con bajas de 1 y de 3 dólares. Para el Gran Rosario el cereal también se cotizó a US$ 160, un valor que no implicó cambios. Vale recordar que pocas semanas atrás los compradores llegaron a proponer 175/178 dólares por tonelada.
En el Mercado a Término de Buenos Aires la posición enero del trigo bajó ayer US$ 1,30 y cerró con un ajuste de 159 dólares por tonelada. En lo que va del segmento bajista externo, este contrato cayó un 9,66% frente a los 176 dólares vigentes el 11 del mes pasado.
Acerca de la soja argentina, ayer no hubo variantes, dado que las fábricas pagaron $ 4250 por mercadería disponible y US$ 250 por grano de la próxima cosecha para las terminales del Gran Rosario.