El gobierno de los Estados Unidos decidió hoy aplicar fuertes aranceles al
biodiésel argentino, medida que paralizará los embarques hacia ese destino.
En marzo pasado, la National Biodiésel Board (NBB) denunció al biodiésel argentino por supuesto dumping, además de por "prácticas desleales" por la presunta aplicación de subsidios, y pidió una investigación a las autoridades norteamericanas.
La semana pasada, en el marco de la visita del vicepresidente norteamericano
Mike Pence al país, se conoció que el Departamento de Comercio de EE.UU.
postergó hasta octubre una definición sobre el supuesto dumping.
Sin embargo, ese país, vía su Departamento de Comercio, decidió esta tarde aplicar aranceles provisorios de entre 50,29 y 64,17% (con un promedio del 57%), argumentando que las ventas argentinas están subsidiadas. Más adelante debería aplicar un derecho definitivo.
La Argentina ya le ganó un panel a Europa por una denuncia similar sobre el biodiésel. Pese a que el bloque europeo debía bajar sus derechos antidumping, postergó para el mes próximo una definición.
El biodiésel argentino venía entrando a EE.UU. pagando un 4,5% de arancel. Cuando la NBB denunció al biocombustible, solicitó un arancel del 23,3 por ciento, dejando entrever un presunto subsidio interno en la Argentina. Los aranceles impuestos por las autoridades de comercio duplican inclusive lo que pedían las mismas empresas norteamericanas.
El biodiésel se exporta con una retención móvil del 0%, en tanto que el aceite de soja, la materia prima para su elaboración, tributa un 27%. Ese diferencial hace conveniente la transformación del aceite de soja en ese biocombustible. El sistema de retenciones es lo que vino cuestionando EE.UU. Además, según trascendió, puso el foco en los créditos del Banco Nación, si bien las empresas, de acuerdo a fuentes del sector, no estuvieron tomando créditos del banco oficial.
Cargill y Louis Dreyfus, que en los Estados Unidos tienen plantas de biodiésel, igual que en la Argentina, presentaron en su momento un alegato en ese país a favor de las importaciones del biocombustible argentino. Luego, el mismo Departamento de Comercio de EE.UU eligió a Dreyfus y a Vicentin para que contesten preguntas por el proceso abierto en EE.UU.
Entre enero y junio pasados, la Argentina exportó 741.485 toneladas de
biodiésel por US$ 543,8 millones. Del total exportado, EE.UU. compró 716.485
toneladas, el 96% del total. Las ventas a EE.UU. fueron récord a pesar de la
denuncia realizada en marzo pasado, que no obstante frenó el cierre de nuevas
operaciones. En 2016, las exportaciones de biodiésel a EE.UU. representaron un
ingreso de US$ 1240 millones, el 25% de las ventas totales de lo que exporta la
Argentina a ese mercado.
La aplicación de fuertes aranceles dejará ahora al país al margen de ese
mercado. "El impacto es el cierre absoluto y total de ese mercado durante todo
el año. Veníamos con récord de ventas, pero esto es un golpe fulminante", dijo
Gustavo Idígoras, director del Centro de Estudios del Sistema Agroalimentario de
la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. "Es una medida que sigue la línea de
la administración Trump de primero Estados Unidos y únicamente Estados Unidos",
agregó.
Como la Argentina venía cubriendo un 20% de la demanda interna estadounidense de biodiésel, según Idígoras el bloqueo provocará en ese país "un aumento en los surtidores" para los consumidores y el transporte. Estados Unidos tiene unas 50 plantas, de tamaño más chico que las que están instaladas en la Argentina. De acuerdo a Idígoras, seis plantas de la Argentina producen el equivalente a las 50 de los EE.UU. con mayor eficiencia.
En un comunicado, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) rechazó la medida contra el biodiésel argentino. "La decisión del gobierno norteamericano es sorprendente e injustificada; muestra un alto grado de discrecionalidad y una política proteccionista que no se encuentra acorde a lo establecido por la Organización Mundial de Comercio; en la Argentina no existen subsidios para beneficiar las exportaciones de biodiésel," dijo el presidente de Carbio, Luis Zubizarreta. Según el directivo, habrá "una paralización inmediata de ventas a los Estados Unidos, con un claro perjuicio a toda la cadena sojera argentina".