El embajador de la Argentina en China, Diego Guelar, afirmó ayer que, en lo que resta del segundo semestre del año, ese país abrirá su mercado a la carne vacuna enfriada argentina. También se mostró optimista para la carne con hueso.
Además, Guelar, que disertó en una jornada de la Mesa de las Carnes
organizada en el marco de la Exposición Rural de Palermo, anticipó que se
buscará potenciar una nueva relación comercial, apuntando a colocar productos de
mayor calidad en restaurantes, supermercados de lujo y hoteles.
Hoy los cortes argentinos, como garrón, brazuelo y otros de menor valor van para
la industria china que, por ejemplo, termina mezclándolo en hamburguesas. Es
mínima la colocación de productos de mayor valor y el desafío es ir hacia la
venta de lomos y bifes.
El gigante asiático consume 90 millones de toneladas de carnes al año, con un
62% de porcina, 22% aviar, 8,4% de vaca y 5,4% ovina. Del total consumido, 85
millones de toneladas son producidas internamente, mientras que cinco millones
provienen de la importación.
Entre 2009 y 2016, China aumentó en casi 34 veces sus importaciones de carne vacuna, pasando de 17.000 a 600.000 toneladas. De este último volumen, en 2016 Brasil fue el principal abastecedor con un 28% de participación, mientras que la Argentina quedó quinta con el 9%, siempre con carne congelada.
"En pocos meses más vamos a tener enfriada y con hueso", prometió el embajador en su presentación en la Rural de Palermo.
Luego, en diálogo con LA NACION, indicó que están muy avanzadas las negociaciones para ampliar el mercado de la carne en China. "Está acordado un plan de trabajo para hacerlo en este semestre. Esperemos que antes de fines de año o a más tardar principios del que viene tengamos el nuevo protocolo", indicó.
Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), entidad que agrupa a la industria exportadora, también se mostró confiado considerando recientes antecedentes que beneficiaron a otros competidores.
China viene de aprobarle 15 plantas a Brasil y todos los protocolos a los Estados Unidos, que ya estaba, no obstante, colocando productos. De todos los abastecedores a China, el único que cuenta con los cinco protocolos sanitarios habilitados es Uruguay, para carne congelada sin hueso, carne enfriada, carne congelada con hueso, menudencias y termoprocesadas.
"A China mandamos pocos cortes de calidad; mandamos carne para la industria, que después la usa para hamburguesas y otros productos. Los más requeridos son el garrón y el brazuelo, y otros cortes de baja calidad. No hemos llegado todavía con el bife, el lomo y el cuadril y esa es la expectativa", señaló. Agregó que la apuesta es tener el protocolo para mandar los bifes enfriados.
En este contexto, en la semana del 20 del mes próximo irá al país asiático una misión de funcionarios y empresarios de la industria de la carne para pedir por el acceso a la carne enfriada y con hueso, además de solicitar que venga una nueva misión sanitaria china para habilitar cuatro plantas que tuvieron observaciones, ya corregidas, de una inspección anterior.
Para Guelar, hay que desarrollar una política comercial para trabajar sobre una franja de población china de 300 millones de personas con alto consumo y que busca productos extranjeros. Es la llamada "nueva clase emergente china", que va de la clase media a la alta.
"En los supermercados de lujo uno se encuentra con productos de todo el mundo. No están nuestros productos, no porque falte una habilitación, sino porque hemos estado muchos años encerrados", dijo el embajador.
Durante la visita de la delegación argentina a China se invitarán a degustaciones a grupos de elite de compradores de supermercados de lujo, hoteles y restaurantes.