Las tormentas que se registraron ayer sobre el sudoeste de Wisconsin y sobre
el norte de Illinois, con lluvias que alcanzaron picos próximos a los 100
milímetros, no lograron calmar la especulación que mantuvo en alza los precios
del maíz y de la soja en la Bolsa de Chicago, donde los grandes fondos de
inversión apuestan sus fichas al fracaso de la cosecha 2017/2018 en los Estados
Unidos, por el impacto del tiempo seco y caluroso sobre las principales zonas
agrícolas.
Ayer, el maíz se cotizó a US$ 153,93 por tonelada en Chicago, con un alza del 2,22% respecto del miércoles, en tanto que la soja sumó un 1,35% al terminar la jornada con un valor de US$ 372,31. En lo que va de la semana estos granos acumulan subas del 3,92 y del 2,45%, respectivamente.
"La seca más aguda está concentrada en las planicies trigueras del norte de
los Estados Unidos, pero se ha ido expandiendo hacia el sur y el centro del
país, sobre zonas que impactan en la producción de soja y de maíz", explicó a LA
NACION Sebastián Olivero, director de Agro-Tecei Consultores. Añadió que el
mayor impacto adverso hoy está concentrado sobre el maíz, "ya que esta en el
período de mayores requerimientos hídricos por la floración/polinización".
El termómetro semanal para los operadores sobre el impacto del clima en los cultivos lo ofrece todos los lunes el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). En su último reporte, el organismo ponderó el 64% del maíz y el 61% de la soja en estado bueno/excelente, por debajo del 76 y del 71% vigentes un año atrás.
Más en detalle, para Iowa, que es el principal Estado productor de granos gruesos estadounidenses, con el 18% del maíz y el 15% de la soja, el lunes el USDA relevó un 71% del cereal en estado bueno/excelente y un 63% de la oleaginosa en esa condición, por debajo del 81 y del 80%, respectivamente, de igual fecha de 2016.
Para Illinois, que es el segundo mayor productor, con el 17% de la cosecha de maíz y con el 14% de la de soja, el USDA ponderó en estado óptimo el 62% del cereal y el 67% de la oleaginosa, contra el 80 y el 76% anteriores.
Ayer, en su mapa semanal de monitoreo de la sequía, el Centro Nacional de Mitigación de la Sequía elevó del 47,51 al 58,37% el área con déficit hídrico en Iowa y del 16,24 al 22,24% la proporción de suelos bajo condición de sequía moderada. En Illinois el incremento de área con déficit de humedad fue más notorio, al trepar del 16,16 al 42,47%. En ese caso no se reportaron condiciones de sequía.
Fuera del Medio Oeste, pero también con relevancia para la producción de
granos gruesos, Nebraska tiene un 74,40% de sus suelos con déficit de humedad y
un 24,84% bajo condiciones de sequía moderada.
"Para la soja, cuyo periodo más crítico se da en agosto, aún hay cierto margen para una recuperación en las condiciones y para que los rindes resulten normales (aunque ya no récord como en 2016). Para el maíz, desde mi punto de vista, el USDA está excedido con su estimación de 10,7 toneladas por hectárea. A esta altura del año, y con pronósticos de corto plazo que siguen indicando temperaturas por encima de lo normal y lluvias por debajo, creo que debería ir hacia las 10,3/10,4 toneladas y si los pronósticos se cumplen, hacia las 10 toneladas o incluso abajo si el patrón climático no cambia", dijo Olivero.
Agregó que, en números concretos, el primer escenario generaría una merma productiva de 12/13 millones de toneladas y valores arriba de los US$ 160 para la posición más próxima en Chicago. "El segundo escenario implicaría pérdidas de más de 20 mill./t y chances de ir hasta los US$ 170 por tonelada. Pero dado que estamos en el período más volátil del año, si se registraran lluvias inesperadas el escenario volvería a cambiar".
Acerca de la actitud que debería tomar el productor argentino en medio de la volatilidad, Olivero advirtió que desde el momento en que los precios "permiten capturar una rentabilidad razonable, debería ir tomándose en forma progresiva, es decir, promediando ventas al alza. Para darle flexibilidad a la estrategia y poder participar de eventuales futuras subas combinaría parte de esos negocios con la compra de calls en el Mercado a Término, sobre abril para el maíz y sobre mayo para soja".