El 3 del actual, LA NACION informó que ejecutivos de la neozelandesa Fonterra estaban viniendo al país, lo que ocurrió hace unos días, para negociar con SanCor y que la firma extranjera estaba adelantada en las conversaciones respecto de la francesa Lactalis, también interesada en la cooperativa láctea argentina.
Fonterra, una cooperativa integrada por 10.500 productores, 22.000 empleados
y que además de ser el principal exportador del mundo en el rubro genera el 25%
de las exportaciones totales de Nueva Zelanda, está a punto de definir si avanza
o no en la negociación para quedarse, vía una sociedad anónima, con al menos 70%
de los activos de SanCor. Entre el jueves y viernes próximos está prevista una
teleconferencia entre directivos de la empresa argentina y de la neozelandesa
que preside John Wilson.
Una consultora fijó en US$ 1000 millones el valor internacional de SanCor. Sin embargo, ese no sería el valor sobre el cual estaría dispuesta a negociar Fonterra. La cooperativa argentina tiene una deuda financiera de unos 2000 millones de pesos y de otros $ 4000 millones con proveedores, acreedores, sueldos de empleados, tamberos y Afip. Una tregua con los acreedores acordada hasta noviembre próximo evitó hasta el momento que la crisis de la compañía se judicializara. La suma de ambos conceptos, deuda financiera y con acreedores y proveedores, que da $ 6000 millones, en dólares equivale a unos US$ 350 millones.
"Como piso se va a buscar cubrir el valor de la deuda, pero la eventual venta
no va a estar cerca del valor internacional fijado por la consultora", indicó
una fuente allegada a las tratativas de la firma, que agregó: "En estos días se
va a hacer una teleconferencia con responsables de Fonterra donde se va a
decidir si esto avanza o no". Fonterra habría presentado duras condiciones para
negociar. De no avanzar la opción con la firma neozelandesa se reactivarían los
contactos con Lactalis."Todavía no son significativos los avances", apuntó otra
fuente.
En 2012, la empresa argentina le transfirió por más de US$ 150 millones el
control de la marca "SanCor Bebé" a la estadounidense Mead Johnson Nutrition,
especializada en nutrición infantil. En tanto, el año pasado SanCor le vendió al
grupo agroindustrial Vicentín el 90% de un negocio de yogures, postres y flanes
a cambio de US$ 100 millones.
En marzo pasado, apenas explotó la crisis de la cooperativa, que dejó inactiva varias plantas, había un plantel de 4000 empleados. Desde ese momento ya se fueron 300, con 110 de ellos en el último mes. El recorte vino con retiros voluntarios y diversos arreglos económicos. Hasta septiembre próximo, además, el personal aceptó diferir 15% de su sueldo para recuperar a los doce meses a salario actualizado.
En tanto, de la dotación de empleados que sigue en la empresa, hay más de 1000 que están con jornada libre. No concurren a sus puestos, pero cobran un 75 por ciento.
De 3,5 millones de litros diarios que procesaba el año pasado, por la fuga de tamberos remitentes la firma cayó a 870.000 litros diarios. Hoy, además de la leche que le entra diariamente, está apuntado a "reconstituir" el equivalente a 200.000 litros que están en leche en polvo. Haría quesos, entre otros productos.
Lentamente la firma va buscando recuperar la confianza de sus productores, cancelando deudas. "Pagaron 100% de la producción de mayo a los productores fieles (que no habían dejado de remitir leche) y hay plantas que van tomando más leche. Chivilcoy, por ejemplo, de 200.000 litros diarios va a pasar ahora a 400.000 litros", agregó la fuente.
En medio de la crisis, el Gobierno destinó vía un fideicomiso $ 200 millones del Fondear para SanCor. Falta que aporte otro tramo de $ 250 millones.