Entidades gremiales y técnicas del agro y empresarios de la industria semillera se reunieron ayer con las autoridades del Ministerio de Agroindustria de la Nación para exponerles los puntos en los que el sector privado viene trabajando en conjunto, en algunos de ellos ya con consensos visibles, para intentar cerrar la disputa por el pago de la propiedad intelectual en semillas de soja y trigo.
El encuentro fue convocado por la misma cartera que conduce Ricardo Buryaile. Hacía casi un año que no se realizaba una reunión de esta naturaleza en esa sede oficial. La última oportunidad fue el 23 de junio de 2016, cuando Agroindustria anunció un acuerdo para terminar el conflicto por los controles que en los puertos realizaba la multinacional estadounidense Monsanto para cobrar por su tecnología Intacta en soja, resistente a insectos. Esos controles pasaron a estar luego en manos del mismo Estado. En tanto, la anterior vez que hubo una reunión de alto nivel fue en noviembre pasado en la Casa Rosada, donde asistió un puñado de referentes.
Según pudo reconstruir LA NACION con diversas fuentes, en la reunión de ayer, valorada como "positiva" por el Gobierno y los mismos productores y empresarios para alcanzar una solución, el sector privado dejó un escrito. Allí se habla de que cualquier control sobre semillas lo debe seguir realizando el Estado, como viene haciendo el Instituto Nacional de Semillas (Inase), que a su vez celebró un acuerdo con llamado sistema Bolsatech, surgido en el ámbito de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, para el traspaso de información sobre los controles. Se elogió el rol del Inase y cómo está trabajando al respecto. Al margen de esos controles, el Inase pasó de decomisar cinco toneladas de semilla ilegal en el primer trimestre de 2016 a más de 700 toneladas en el primer trimestre de 2017.
Entre los puntos del sector privado se destaca un tema ríspido: el uso
propio, es decir, la figura contemplada en la ley actual de semillas por la cual
sin límites un productor puede guardarse semilla de una cosecha para volver a
sembrar en la siguiente campaña.
Respecto de este tema, la novedad es que el sector privado está discutiendo un consenso por el pago por el uso propio. Es decir, que haya restricciones al uso propio tal cual se lo conoce hoy.
En este aspecto, no obstante, todavía no están definidos detalles clave sobre la eventual instrumentación del pago. Por ello, el Gobierno instó a los presentes a avanzar también en ese punto. Vale recordar que Agroindustria presentó el año pasado un proyecto de ley que introduce límites al uso propio, igual que otros proyectos que están en el Congreso, pero en ese escenario no se avanzó en un consenso para modificarla ley actual. Inclusive, diversas fuentes ven difícil que también haya ley este año.
El sector privado se sentó ante una mesa de negociación en febrero pasado y desde ese entonces mantiene reuniones. Federación Agraria Argentina (FAA) no participó en la elaboración del documento presentado ayer en la cartera de Agroindustria, pero asistió al encuentro. En la reunión, Jorge Solmi, que está en el tema semillas de FAA, reclamó, entre otros puntos, que el Inase constituya su directorio y que haya una resolución por la denuncia por supuesto abuso de posición dominante que la entidad presentó contra Monsanto.
Conflicto
Uso propio
En los últimos tiempos hubo discrepancias por esta figura, contemplada en la ley, con la cual un productor guarda parte de su cosecha para usar como semilla. El debate es por el pago de regalías.
Controles
Tras los controles que el año pasado hizo Monsanto por su cuenta en los puertos, el consenso es que se sigan aceptando sólo los controles que lleve adelante el mismo Estado.