En medio de la tensa negociación que mantiene con la representación empresaria de la actividad por la definición del aumento salarial anual, el sindicato de la Alimentación rechazó en forma categórica cualquier posibilidad de avanzar en un acuerdo sectorial para incrementar la productividad a cambio de modificar condiciones laborales similar al firmado por los petroleros en el caso de Vaca Muerta. El gremio, además, negó haber sido consultado por funcionarios del Gobierno sobre la alternativa de avanzar en un entendimiento de esas características y advirtió que en la actividad "no existen condiciones de crisis o situaciones de despidos o suspensiones" que justifiquen un acuerdo sectorial como el que se suscribió también en las terminales automotrices y en ramas industriales como textiles y calzado.
"De ninguna manera se está conversando un acuerdo con el de Vaca Muerta", afirmó a este diario Héctor Morcillo, titular del sindicato de Alimentación Córdoba y miembro de la cúpula de la Federación de Trabajadores de la Industria alimentaria (FTIA), que lidera Luis Morán. El dirigente indicó, en esa línea, que ya transmitieron a las empresas del sector que "ni por casualidad se aceptará flexibilizar condiciones laborales ni atar los incrementos salarios a la productividad", enfatizó.
La versiones sobre la posibilidad de replicar en las industrias de la alimentación un convenio similar al firmado por los petroleros de Vaca Muerta o las terminales automotrices cobraron fuerza en los últimos días justo en medio de la discusión de la paritaria de la actividad, en la que el gremio reclama un incremento salarial de 30% para unos 70.000 operarios de la actividad. Hasta el momento, las empresas ofrecieron una mejora de 20%, en línea con la pauta oficial, en tres tramos.
Ayer representantes sindicales y de la Federación de Industriales de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA) mantuvieron un encuentro informal en la sede de la entidad empresaria y hoy por la tarde volverán a reunirse para intentar acercar posiciones previo al vencimiento del último tramo de la conciliación obligatoria que se cumplirá el viernes. Si finalmente las partes no alcanzan un entendimiento, el sindicato retomará el sábado el plan de lucha con la realización de paros de 2 a 4 horas por turno de producción y la alternativa de disponer medidas en forma sorpresiva.