La soja cayó ayer un 1,5% en la Bolsa de Chicago, al terminar la rueda con un valor de 335,38 dólares por tonelada. Así, el precio de la oleaginosa quedó en el nivel más bajo desde la rueda del 7 de abril del año pasado, cuando se cotizó a 332,35 dólares.
Entre los factores que ocasionaron la caída se destacaron la mayor
competencia estacional en el mercado exportador, donde la mercadería de Brasil y
de la Argentina viene ganando terreno tras el proceso devaluatorio de sus
monedas iniciado el jueves 18 del actual, tras el estallido del escándalo de
corrupción en el gobierno de Brasil, y el avance de la siembra estadounidense,
con un clima que, lejos de atentar contra los cultivos, posibilitaría un buen
punto de partida para el desarrollo de la cosecha 2017/2018.
Al cierre de los negocios, las pizarras de Chicago mostraron bajas de US$ 5,05 y
de 4,96 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos ajustes resultaron
de 335,38 y de 336,58 dólares por tonelada. La posición noviembre, coincidente
con el ingreso en el mercado de la oleaginosa de la nueva cosecha, perdió US$
3,49 y terminó la jornada con un precio de 337,95 dólares.
En el inicio de la jornada, la confirmación de una venta de 130.000 toneladas
de soja estadounidense del ciclo 2016/2017 a destinos no especificados pareció
contribuir con un leve repunte de los precios, pero casi en forma inmediata, la
noticia de que compradores de Filipinas lanzaron una licitación para adquirir
hasta 200.000 toneladas de harina de soja procedente de América del Sur volvió a
encaminar el rumbo del mercado hacia el terreno negativo.
Tras el cierre de las operaciones, el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) relevó el avance de la siembra de soja
sobre el 67% del área prevista, por debajo del 71% vigente un año atrás y del
68% promedio de las últimas cuatro campañas. El mercado había calculado un
progreso de la implantación sobre el 68-70 por ciento. Este atraso respecto de
la expectativa de los operadores es, posiblemente, el único fundamento alcista
para el inicio de los negocios del miércoles.
Cabe recordar que para la actual campaña 2017/2018 de soja estadounidense se prevé una superficie récord de 36,22 millones de hectáreas, contra los 33,75 millones del ciclo anterior, que dieron lugar a la mayor marca productiva histórica, con 117,21 millones de toneladas.
Devaluación sostén
En el mercado doméstico, la devaluación del peso frente al dólar, que llevó la paridad de 15,93 a 16,05 (tipo de cambio comprador para la cotización divisa del Banco Nación), resultó un sostén para la cotización de la soja frente a la tónica bajista externa. En efecto, las fábricas volvieron a ofrecer $ 3850 por tonelada disponible para las terminales del Gran Rosario. Como sucedió anteayer, los compradores más urgidos por adquirir mercadería convalidaron hasta 3900 por tonelada cuando los oferentes comprometieron lotes importantes.
"En estos niveles de precios el volumen de nuevos negocios no superó las 40.000 toneladas. En cambio, se vio un mayor dinamismo para las fijaciones. Tan es así que se les puso valor a unas 150.000 toneladas que habían sido entregadas a fijar y que tenían como fecha de vencimiento el 31 de mayo", contó a LA NACION una fuente del sector comercial.
No corrieron la misma suerte los vendedores del sur de Buenos Aires, dado que los compradores propusieron $ 3650 por tonelada de soja para Bahía Blanca y para Necochea, $ 100 menos que anteayer.
En línea con las bajas externas, las posiciones julio y noviembre de la soja en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) retrocedieron US$ 2,30 y 2 al cerrar con ajustes de 241,70 y de 249,50 dólares por tonelada.
Maíz y trigo, en retroceso
Al igual que la soja, los precios de los cereales cerraron con bajas importantes en los Estados Unidos. Los contratos julio y septiembre del maíz en Chicago resignaron US$ 2,85 y 2,66, mientras que sus ajustes resultaron de 144,48 y de 147,63 dólares por tonelada. La previsión de un clima menos húmedo sobre el Medio Oeste, favorable para el cierre de la siembra, fue el principal factor bajista para las cotizaciones del grano grueso.
En ese sentido, luego del cierre del mercado el USDA relevó el progreso de la siembra de maíz sobre el 91% de la superficie prevista, por debajo del 93% vigente un año atrás; del 93% promedio de las últimas cuatro campañas, y del 92% previsto por los operadores. Además, el organismo ponderó el 65% de los cultivos en estado bueno/excelente, por debajo del 72% de igual momento de 2016 y del 68% calculado por los privados.
Cubiertas las necesidades inmediatas, en el mercado local las ofertas de los exportadores por maíz disponible cayeron $ 100 para el Gran Rosario y para Bahía Blanca, hasta los 2400 pesos por tonelada. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que los consumos pagaron entre 2300 y 2450 por tonelada del cereal, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
En el Matba, las posiciones julio y septiembre del maíz resignaron US$ 1,50 y 0,20, mientras que sus ajustes fueron de 142,50 y de 145,30 dólares por tonelada.
Acerca del trigo estadounidense, el contrato julio en Chicago y en Kansas cayó US$ 3,21 y 1,57, en tanto que su ajuste resultó de 157,82 y de 159,19 dólares por tonelada, respectivamente. Las buenas condiciones climáticas previstas para la zona de las Grandes Llanuras de los Estados Unidos fueron las responsables de la tónica bajista, dado que contribuirían con los primeros pasos de la cosecha de las variedades de invierno.
Tras el cierre de los negocios, el USDA ponderó el 50% de los trigos de invierno en estado bueno/excelente, por debajo del 52% de la semana pasada; del 63% de igual momento de 2016, y del 52% previsto por el mercado.
Para el trigo argentino las ofertas de los exportadores se mantuvieron sostenidas en $ 2600 por tonelada para todas las terminales. La misma estabilidad corrió para el cereal de la próxima cosecha, que se negoció a US$ 157 para Bahía Blanca y para el Gran Rosario, y a US$ 155 para Necochea, sin cambios.
La BCBA informó que los molinos pagaron entre 2450 y 2950 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
En el Matba, las posiciones julio y enero resignaron US$ 1,50 y 0,40, mientras que sus ajustes fueron de 168,50 y de 157 dólares por tonelada.