Con las nuevas pérdidas registradas ayer, los precios de la soja en la Bolsa
de Chicago acumularon una caída semanal del 2,78% y completaron la tercera
semana consecutiva negativa en la plaza estadounidense. Entre los factores que
condujeron las cotizaciones a la baja se destacaron la acción vendedora de los
fondos de inversión especuladores, en la previa de un fin de semana largo en los
Estados Unidos -pasado mañana se conmemora el Día de la Memoria-; la posibilidad
de que una demora en la siembra de maíz derive más hectáreas para la oleaginosa,
y la chance cierta de que China centralice sus compras en Sudamérica.
Al cierre de las operaciones, las pizarras del mercado estadounidense reflejaron
quitas de US$ 4,78 y de 4,40 sobre los contratos julio y agosto de la soja,
cuyos ajustes resultaron de US$ 340,43 y de 341,54 por tonelada. En el balance
semanal, estas posiciones resignaron un 2,78 y un 5,59% frente a los valores
vigentes el viernes anterior, de 350,17 y de 350,63 dólares.
Los pronósticos de lluvias para buena parte del Medio Oeste durante el fin de
semana llevaron ayer a muchos operadores a especular con una siembra de maíz
inconclusa -la ventana óptima para la implantación del cereal ya se cerró- y con
la posibilidad de que la soja sume más hectáreas al récord de 36,21 millones de
hectáreas previsto para la campaña 2017/2018. Frente a esta posibilidad, los
fondos de inversión liquidaron durante la rueda unos 8000 contratos de la
oleaginosa, equivalentes a poco menos de 1,1 millones de toneladas.
En cuanto a la demanda, las firmas procesadoras que operan en China vienen
advirtiendo que sus márgenes de molienda están en franco retroceso. Cierto o no,
los operadores creen que este será el fundamento utilizado para redireccionar la
demanda hacia Sudamérica, en detrimento de la mercadería de los Estados Unidos.
En este sentido, el salto devaluatorio del real y del peso frente al dólar tras
el estallido del escándalo de corrupción presidencial en Brasil sería un
argumento más a favor de los compradores chinos y de su interés por ir más allá
del Golfo de México en busca de soja.
En el mercado doméstico de soja los precios evidenciaron ayer el golpe de dos ruedas negativas consecutivas en Chicago. Por tonelada disponible las fábricas ofrecieron $ 3850 para las terminales del Gran Rosario, $ 100 menos que el miércoles. Dicho valor no implicó cambios frente al cierre del segmento comercial anterior en el principal polo de comercialización de la oleaginosa argentina, pero mantuvo a buena parte de los vendedores inactivos, a la espera de un pronto retorno a la línea de los 4000 pesos.
Las pérdidas también se replicaron en los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, donde la soja se cotizó a $ 3700 por tonelada, con una quita de 100 pesos.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones julio y septiembre de la soja perdieron US$ 4,70 y 4, mientras que sus ajustes fueron de 244,50 y de 251 dólares.
Acerca del maíz, los contratos julio y septiembre en la Bolsa de Chicago sumaron ayer US$ 1,96 y 1,87, en tanto que sus ajustes resultaron de 147,33 y de 150,29 dólares por tonelada. En el balance semanal, estas posiciones subieron un 0,46 y un 0,53% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 146,65 y de 149,50 dólares. El repunte del valor del petróleo (pasó de 48,62 a 49,63 dólares por barril) y la posibilidad de que se complique el último tramo de las siembras en el Medio Oeste fueron dos de los factores que inclinaron la balanza de los precios hacia el terreno positivo.
En la plaza local, necesidades muy puntuales de un exportador elevaron el valor del maíz para Bahía Blanca de 2500 a 2600 pesos por tonelada. Para el Gran Rosario y para Necochea las propuestas se mantuvieron estables, en 2500 y en 2400 pesos, respectivamente. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos ofrecieron entre 2300 y 2450 pesos por tonelada del cereal, según calidad, condición, procedencia y forma de pago.
En el Matba, la posición julio del maíz se mantuvo sin cambios, con un ajuste de US$ 144, mientras que el contrato septiembre sumó US$ 2 y terminó la jornada con un precio de 146,20 dólares por tonelada.
Respecto del trigo, los magros resultados que se están obteniendo en la cosecha de las variedades de invierno en Texas y las compras técnicas de los fondos de inversión posibilitaron un cierre alcista de las cotizaciones. El contrato julio en Chicago y en Kansas sumó ayer US$ 2,76 y 2,30, en tanto que su ajuste resultó de 161,03 y de 160,76 dólares por tonelada, respectivamente.
Por tonelada de trigo argentino condición cámara los exportadores pagaron ayer $ 2600 para el Gran Rosario y para Necochea, sin cambios. El mismo valor fue propuesto para Bahía Blanca, donde implicó una mejora de 50 pesos.
La BCBA informó que los molinos pagaron entre 2420 y 3000 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
Por el trigo con entrega entre diciembre y enero la exportación ofreció US$ 155 para Necochea y US$ 157 para el Gran Rosario y para Bahía Blanca. En el Matba, el contrato enero subió US$ 1,10 y terminó la jornada con un precio de 157,40 dólares.
Evolución de los negocios con trigo y maíz
A mitad del ciclo comercial del trigo argentino, la Dirección de Mercados Agrícolas informó que al 17 del actual los exportadores acumularon compras por 9.870.300 toneladas, un 103,8% por encima de las 4.844.100 toneladas adquiridas un año atrás. En cuanto a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno indicó que hasta el miércoles sumaron 8.365.515 toneladas.
Respecto del maíz, las compras de los exportadores sumaron al 17 del actual 12.869.600 toneladas, un 13,9% más que el volumen adquirido a igual fecha del año pasado, de 11.299.600 toneladas. En este caso, las DJVE sumaron hasta el 24 del actual 10.033.718 toneladas.