En efecto, la confirmación de una supercosecha en Brasil y la cuasi
confirmación de una buena cosecha en Argentina (faltan algunas semanas),
generaron una fuerte liquidación de posiciones compradas por parte de los
"fondos" en dicha plaza. Así, la posición soja Julio se encuentra en niveles de
precios que son los más bajos de los últimos 10 años y las cotizaciones aquí
intentan copiar dicho comportamiento.
Ahora bien, ¿Cómo sigue la historia? Si no hay sorpresas en la Argentina, la
plaza sojera comenzará a moverse al compás del clima en EE.UU. por los próximos
cuatro o cinco meses. Es el tradicional "weather market". El punto de partida no
puede ser peor. Según el USDA el área de soja en EE.UU. crecerá 2,5 millones de
hectáreas este año. Si el clima allí acompaña, la cuestión en materia de precios
podría agravarse. Por eso nuestra insistencia de los últimos meses sobre la
conveniencia de efectivizar coberturas con flexibilidad.
Entonces, ¿no habrá otra oportunidad? Es altamente probable que sí. Cualquier contratiempo en Sudamérica con la logística (razones climáticas y/o gremiales) podría redireccionar la demanda a EE.UU. y Chicago lo acusaría con valores en alza. También los avatares climáticos en el área núcleo estadounidense podrían activar la volatilidad. Además, venimos de tres cosechas récord consecutivas en Estados Unidos como consecuencia de lluvias óptimas en el período junio/agosto como nunca se vio desde 1895. ¿Habrá una cuarta? La demanda, liderada por China, también se debe estar preguntando lo mismo.
Mientras tanto, la plaza triguera local pareciera haberse tomado un respiro luego de la firmeza pos-cosecha. Un hecho que frenó las alzas fue, en nuestra opinión, la estimación oficial de que la cosecha habría sido de 18,4 millones de toneladas cuando el grueso de los privados proyectaban entre las 15 y las 16 millones de toneladas. Una diferencia sustantiva.
No obstante ello, los números de compras por parte de exportadores e industriales parecieran avalar la versión oficial. Para abonar la hipótesis de 16 millones de toneladas, más del 70% de la cosecha ya debiera estar comercializada. No cierra. Todo pareciera indicar que hubo más trigo que el estimado por los privados. Aun así, lo que importa es el cálculo de cuánto trigo le falta comprar a Brasil, destino en el cual nuestra ventaja competitiva por razones arancelarias es definitoria. Analizando dicha cuestión, nuestra opinión es que al trigo aún le caben mejoras adicionales en las cotizaciones.