En un contexto mundial con sobreoferta de soja, el clima húmedo en zonas agrícolas de la Argentina y la posibilidad de que nuevas lluvias en los próximos días retrasen el avance de la cosecha posibilitaron ayer un repunte parcial del valor de la oleaginosa en la plaza local, donde los compradores premiaron a los vendedores que comprometieron las entregas con plazos más cortos.
Para la zona del Gran Rosario las fábricas ofrecieron hasta 3600 pesos por
tonelada de soja con descarga hasta el lunes próximo, $ 100 más que anteayer. En
cambio, para la descarga contractual (dentro de los 30 días de hecha la
operación), los compradores volvieron a pagar $ 3500.
"El ingreso de camiones con soja en las terminales está muy tranquilo y eso
es una preocupación para la industria, que para intentar generar volumen ayer
salió a dar algún diferencia por plazo de entrega", contó a LA NACION una fuente
del sector comercial, que relevó en 20.000 toneladas las operaciones hechas en
3600 pesos. "En 3500 no salió casi nada", completó.
La soja de la nueva cosecha se mantuvo sin cambios, en 224 dólares. Ese valor deprimido contrastó con la posición mayo en el Mercado a Término de Buenos Aires, que cerró en US$ 238,80 por tonelada, tras subir ayer 3,60 dólares. En Chicago, en tanto, la oleaginosa retrocedió US$ 0,18 y se cotizó a 344,57 dólares por tonelada, el nivel más bajo desde abril de 2016.