CÓRDOBA.- La molienda de oleaginosas cayó 19,7% en el primer bimestre del
año. En soja, la baja fue del 21% (1,4 millones de toneladas menos frente a
igual período de 2016), mientras que el procesamiento de girasol subió 11%
asociado al aumento del 6,7% en la producción.
En enero, la molienda de trigo subió 17,5% en términos interanuales, mientras
que en maíz hubo un descenso del 6,3%. Los datos los elaboró la Bolsa de
Cereales de Córdoba en conjunto con la Agencia de Promoción de Exportaciones de
Córdoba (ProCórdoba).
Los técnicos de la Bolsa explicaron que la menor industrialización de la soja
puede estar asociada a la escalada que hubo en el precio en enero y febrero,
producto de las inclemencias climáticas que afectaron al cultivo en diciembre de
2016, y el primer mes de este año, así como por cuestiones de disponibilidad
estacional de mercadería que normalmente ocurre previo a una nueva cosecha.
Santa Fe y Buenos Aires mostraron bajas en la molienda de soja de 23% y 29%,
respectivamente, mientras que Córdoba prácticamente se mantuvo sin cambios, lo
que permitió recuperar terreno en la participación dentro del total procesado a
nivel país, con un 7,4%, frente a una participación promedio de 5,3% durante
2016.
En girasol, segunda oleaginosa en orden de importancia a nivel de industrialización, hubo un repunte del 11% en el procesamiento durante el primer bimestre, relacionado al aumento del 6,7% en la producción a nivel nacional y la remoción de las retenciones que afectaban al cultivo y sus derivados durante los ciclos anteriores.
Buenos Aires y Córdoba registraron una retracción en el procesamiento de 33% y 15% respectivamente, mientras que en Santa Fe tuvo un aumento del 43% frente al primer bimestre de 2016.
En el caso de los cereales, en enero la molienda de maíz alcanzó las 423.000 toneladas, marcando una retracción del 6,3% frente a igual mes de 2016. Por rubros, Alimentos Balanceados y Molienda Húmeda son las actividades con mayor disminución en el nivel de procesamiento, con bajas de 8,5% y 5,8% respectivamente.
El segmento que muestra un mayor incremento es el de molienda seca, que creció 5,8% interanual, aunque en términos de participación es la actividad de menor incidencia dentro del total.
En trigo, la molienda llegó a 436.000 toneladas durante enero, con un crecimiento de 17,5% en términos interanuales. Buenos Aires y Córdoba fueron las que más incrementaron su procesamiento.
Agregado de valor
En Córdoba las actividades de procesamiento de granos son de gran importancia, señalan los especialistas de la Bolsa. Su contribución al agregado de valor es clave para disminuir la incidencia que posee el transporte terrestre sobre el valor de los productos.
"Permiten generar eslabonamientos productivos entre distintas actividades como la producción de carne, leche y ovoproductos, así como con otras ramas de la industria agroalimenticia de consumo directo para la población o derivados para un sinnúmero de procesos industriales", agregaron.
Hay unas 240 empresas dedicadas a la molienda de maíz, trigo, soja, alimento balanceado y otros productos radicadas en la provincia, originando más de 15.000 puestos de trabajo directo en las localidades del interior, motorizando a su vez un gran número de servicios y emprendimientos ligados a la actividad agroindustrial.
De acuerdo al estudio realizado, una de las problemáticas que afectan a las pequeñas y medianas empresas que se dedican a la molienda es la existencia de capacidad ociosa en sus plantas, en un rango que va del 30% al 50% según el tipo de actividad, lo que vuelve una carga elevada el componente de costos fijos de las fábricas.