Las lluvias del fin de semana dejaron hasta 75 milímetros en el oeste
bonaerense y el norte de La Pampa y agravaron la situación de excesos hídricos
que ya había en la región. Además, sumaron de 30 a 100 mm en gran parte de Entre
Ríos, el centro norte de Santa Fe y de 20 a 30 milímetros en el norte
bonaerense. Sin embargo, las precipitaciones fallaron en el sudeste de la
provincia de Buenos Aires, la zona de mayor potencial de rinde para el trigo, en
el momento en el que más se las necesitaba.
En esta campaña, en el sudeste bonaerense sembraron 460.000 hectáreas con trigo.
Junto con el sudoeste y el sur de La Pampa, donde se hicieron 515.000 hectáreas,
conforma una macrorregión que representa casi el 23% del trigo sembrado en el
país (4,3 millones de hectáreas). Hace diez días, el Sudeste sufrió una helada
tardía que generó serios daños en el cereal y antes hubo pérdidas por granizo.
"El sudeste bonaerense hoy es la zona agroclimática roja en cuanto a falta de agua. Desde el 15 de septiembre hasta ahora ninguna lluvia pasó los 10 milímetros desde Azul hasta Mar del Plata, Necochea, Balcarce, Tres Arroyos, San Cayetano y La Dulce", dijo a LA NACION Emanuel Bodega, gerente de producción de Grupo Los Grobo.
En la región, la fecha de siembra del trigo se había atrasado por una situación inicial de exceso hídrico. El 70% se terminó haciendo en julio y agosto. Por esto, según Bodega, ya se estima un 15% menos de rendimiento potencial respecto de la fecha óptima. De todos modos, gracias a que el cereal comenzó con un suelo cargado de agua se pudo compensar en parte la escasez de precipitaciones y eso permite que haya expectativas de cosecha regular a normal en algunas zonas. Para el experto, las temperaturas y eventuales precipitaciones de las próximas dos semanas serán clave para el resultado final.
"Los trigos están en pleno llenado y sin reserva de humedad en el perfil. El
rinde potencial ya está afectado y depende de una lluvia en breve que no se
convierta en desastre", alertó Esteban Bilbao, asesor de la firma Agroestudio
Viento Sur SRL. No descarta mermas de hasta el 30% en el potencial sumando
también el efecto de la helada.
Por su parte, Esteban Copati, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires,
explicó: "Es muy probable que gran parte del Sudeste y una mayor parte del
Sudoeste (donde hasta la semana pasada había un déficit en menor proporción)
comiencen a complicarse, sobre todo teniendo en cuenta las temperaturas en
aumento. En algunos cuadros donde a la falta de humedad se les sumaron heladas
la condición del cultivo es mala y ya está anticipando caídas de entre cinco a
ocho quintales por debajo del promedio histórico. La sequía se potenció por la
falta de humedad en el suelo". Según el productor Diego Heinrich, en la zona de
Necochea la media anual de lluvias está a esta fecha por debajo de los 600 mm,
cuando suele superarla. No obstante, confía en una cosecha de normal a buena.
Además de la falta de lluvias, en el Sudeste la otra preocupación es la helada tardía de -2 y 1 °C de hace diez días en varias localidades. Sobre su impacto, Bodega precisó: "Estamos haciendo evaluaciones mediante imágenes satelitales por medio de Frontec [firma ligada a Los Grobo] para determinar el área y la magnitud de los daños. Tenemos registro de lotes con un 70% de superficie afectada, con un 40% de reducción del número de granos en la zona de Balcarce y Mar del Plata".
A todo esto, hay un dato alentador con el ingreso de la cosecha de trigo que ya empezó en parte de la pampa húmeda. Los camiones cargados con trigo que ingresaron en las plantas de la zona de Rosario la semana pasada fueron 7145, un incremento de 91% respecto de la semana precedente y una suba de 251% frente a noviembre del año pasado.
"Contando solamente los primeros 25 días del mes, ya se trata del noviembre más movido en casi una década", señaló un informe al respecto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).