La trilla de soja en EE.UU. está casi totalmente finalizada. La producción sería del orden de 119 millones de toneladas.
De esta forma, la relación stocks –demanda pasaría a ser la más elevada de la última década.
Respecto al sur del continente, la siembra avanza. Con algunas dificultades, pero lo hace.
Se calcula que entre Brasil, Paraguay y la Argentina el área cubierta llegará a casi 57 millones de hectáreas. Y, si bien habría una suave merma en la Argentina, tal baja sería balanceada por Brasil y Paraguay. Como sabemos la producción se concentra en EE.UU. en primer lugar, Brasil, en segundo y, por último, en nuestro país.
Así las cosas, la producción será superior a la de la campaña previa. Se estima el aumento en 23 millones de toneladas. Ahora bien: pese al decaimiento de las economías emergentes, como es el caso de China, el consumo mundial crecerá también. Se proyecta un incremento de 13 millones de toneladas.
Lo que, hoy por hoy, llama la atención es el aumento que registra EE.UU. en sus exportaciones de soja, en un nivel superior a la proyección del USDA.
La realidad es que los fondos especulativos vienen adoptando posiciones compradoras. Parece que la expectativa, para ellos, es de precios en suba.
Este cuadro, donde el proteccionismo en EE.UU. emerge como una sombra en el mundo podría tener una contracara: el comercio internacional en general podría ir en baja.
Si China, por ejemplo, llegase a sufrir limitaciones en la entrada de sus productos a EE.UU. lógico sería esperar una dura respuesta del país asiático. Este país podría cancelar sus pedidos de aviones y sus importaciones de soja, de maíz, por ejemplo. Esta política de represalia se conoce como retaliación.
Vale destacar que China es responsable del 65% del comercio mundial de poroto de soja así como que sus principales proveedores son Brasil, Estados Unidos y Argentina.
En el año 2015, China importó casi de 82 millones de toneladas de poroto de soja y cerca de 820 mil toneladas de aceite de soja. Argentina le suministró el 11% de las importaciones chinas y el 63% de las de aceite de soja. Obviamente, nuestro país trata de exportarle subproductos en lugar de porotos de soja.
En este mismo año, el 49% de las importaciones de poroto de soja vinieron de Brasil y de EE.UU., el 36%. En aceite de soja, fue suministrado el 23% por Brasil y el 9% por EE.UU.
El aumento en el consumo de soja, pese a todos los problemas no deja de subir y la tendencia de los últimos años no da muestras de reversión. Mientras en 1996, importaba alrededor de 14 millones de toneladas, para este año se calcula que lo hará en cerca de 95 millones.
Desafortunadamente para nuestro país, China está abocada a la aplicación de una política de sustitución de importaciones mediante un aumento de la producción de la industria de molienda doméstica, que sin embargo incentiva en la importación de poroto de soja.
No debería sorprender que América del Sur ascienda en el ránking de exportadores de soja hacia China. ¿Por qué? Pues como represalia, tendería remplazar los productos que importa de EEUU por otras procedencias.
China se muestra aperturista hacia América del Sur, con una clara estrategia de acercamiento político, económico y comercial con la región.
En nuestro país, tan sólo dos años después de la adquisición de poco más de la mitad de Nidera, la gigante empresa china Cofco se hizo propietaria del total. También, ahora es dueña del total de Noble. Se convierte entonces en la mayor exportadora de granos del país.