El análisis económico tiene muchas debilidades. Sin duda.
La lógica indicaba que, a partir de la caída del valor de monedas como el yuan (China) y el euro respecto al dólar, los precios de los granos debían bajar. Sin embargo, la lógica quedó fuera del cuadro…
La apreciación del dólar luego de las elecciones en EE.UU. ha permitido que tal moneda alcance su valor máximo en 14 años respecto a las principales monedas.
Para colmo, el USDA en su reciente informe daba cuenta de una producción estadounidense de118,7 millones de toneladas. Este volumen es superior al estimado un mes antes, cuando calculaba cerca de 116,2 millones.
Es además un millón de toneladas superior a lo que descontaba el mercado
Así está el mundo. Y la baja de valores no se ha concretado –al menos visiblemente- hasta el momento.
El euro viene perdiendo posición en el conjunto de monedas y, en consecuencia, el dólar, subiendo.
La igualdad entre el euro y el dólar, se va haciendo real, especialmente desde el triunfo de Donald Trump.
De acuerdo a diferentes compulsas, cerca de la mitad de los operadores del mercado de futuro estiman el euro se igualará al dólar para fines de 2017.
La apuesta no es irracional. Y, dados los primeros indicios del programa económico de Trump, se hace cada vez más probable
Como sabemos, el nuevo presidente pretende aumentar el gasto y, simultáneamente, provocar una rebaja de impuestos. Al mismo tiempo, la Reserva Federal da muestras de implementar un aumento en las tasas de interés.
La posibilidad de que comience una política fiscal expansiva incentiva la demanda de dólares y la implementación de tasas más altas aumenta su atracción.
Todo ello acentúa las expectativas de fortalecimiento del dólar en el mundo.
Vamos a los hechos…
El euro cotiza, en la actualidad, en alrededor de 1,07 dólares. Este es su nivel más bajo de todo el año. Según los economistas del Deutsche Bank, a consecuencia de las elecciones, es muy probable que, el año próximo, se ubique por debajo de la barrera del dólar.
Por otro lado, el yuan acumula una depreciación considerable en los últimos días. Y desde agosto de este año, ya lleva una baja del orden del 10%.
La autoridad económica china parece, además, optar por incentivar su capacidad exportadora, cuando el dólar se halla en proceso de fortalecimiento.
La amenaza por parte de las nuevas autoridades de EE.UU. respecto a la implementación de un fuerte proteccionismo, es además, otro instrumento que devalúa las monedas de los restantes países.
¿Por qué entonces no bajan los valores?
La respuesta sigue procediendo de la demanda que no amaina y brinda sostén a los precios, sobre todo a los de la soja.
¿Vale decir? es la demanda… estúpido.
El USDA hace poco ha publicado las exportaciones semanales de EE.UU.
El acumulado desde los comienzos de la campaña se aproxima a 20 millones de toneladas. Sin dudas, un récord histórico.
Veamos el gráfico publicado por la BCR sobre las exportaciones semanales acumuladas hacia el mercado chino (Nro. de la semana desde el comienzo de la campaña comercial).
Claramente, los barrotes borra de vino (2016/17) son más elevados.
Pese al cambio de contexto, China no está dispuesta a sacrificar su alimentación.