1- ¿Qué perspectivas de mediano plazo proyectan en el negocio de la maquinaria agrícola?
El cambio de expectativas se notó a principios de año en Expoagro, a pesar de
que después las lluvias generaron incertidumbre. Las ventas de maquinaria
repuntaron pero todavía no están en los niveles de 2008. La recuperación comenzó
ahora pero proyectamos que el crecimiento de las ventas de maquinaria va ser
mucho más fuerte en los próximos cuatro años.
2- ¿Qué es lo que impulsa esa tendencia?
A la mejora en la rentabilidad y al cambio de ánimo entre los productores y
contratistas, hay que sumar que durante los últimos cinco años envejeció el
parque de maquinaria en la Argentina, por la caída en las ventas en un escenario
que era muy complejo para el sector. Es fundamental remontar esa tendencia, la
del atraso tecnológico en las máquinas, para no perder competitividad porque hay
constantes innovaciones en las cosechadoras, pulverizadoras y tractores.
3- La Argentina se caracterizaba por ser un país en el que se adoptaban rápidamente los cambios tecnológicos que revolucionaron al agro. ¿Eso cambió durante los últimos años?
Antes del 2008 lo que los productores veían en el Farm Progress Show en
agosto en Estados Unidos lo tenían en la Argentina en mayo. Los lanzamientos
eran prácticamente simultáneos, pero con las dificultades que tuvo el sector
durante el gobierno anterior esa tendencia se detuvo y sería interesante poder
recuperarla porque los cambios que se vienen son decisivos. Por ejemplo, en
Estados Unidos estamos mostrando un equipo que puede sembrar a 16 kilómetros por
hora; es decir al doble de la velocidad habitual. Eso implica duplicar la
capacidad de trabajo, con mucha mayor eficiencia.
4- ¿Qué otras innovaciones se están viendo en EE.UU.?
En líneas general, se fabrican equipos más grandes y más livianos para
reducir el consumo de combustible, los problemas de compactación en los lotes y
poder trabajar más hectáreas con una misma máquina. Además, con muchísima
capacidad de generar datos sensibles en el lote, a pesar de que todavía no se
aprovecha bien este volumen de información para afinar el manejo y en este punto
hay muchos adelantos en los softwares para el agro, para que se pueda utilizar
toda la información que generan las máquinas. También se está innovando mucho
con materiales como el aluminio y la fibra de carbono, entre otros.
5- ¿En esa línea fue la experiencia de John Deere con los barrales de carbono de King Agro?
Es una verdadera innovación, que tiene enormes posibilidades de seguir creciendo. Esa empresa argentina, a partir del diseño que pulieron junto al equipo de ingenieros de John Deere, ya es proveedora de las plantas que tenemos en Brasil, Estados Unidos y Holanda.
6- En esta nueva era de la maquinaria, ¿la capacitación de los que manejan los equipos es estratégica?
La verdad que es decisiva para el rendimiento del equipo y para bajar los costos operativos. A nivel mundial, el 70% de las fallas y roturas que se producen en las cosechadoras y tractores están relacionadas con malas maniobras o procedimientos erróneos del operador. Por eso vamos a seguir trabajando con nuestra red de distribuidores para capacitar en forma constante a cada operario, con el objetivo de que se pueda aprovechar todo el potencial que hoy ofrecen la maquinaria a los productores.