Recientemente el presidente Mauricio Macri anunció que postergará la
prometida reducción del 5% a las retenciones de soja, salvo a las diez
provincias contempladas en el Plan Belgrano, en el norte argentino, que serán
beneficiadas a partir de la actual campaña 2016/17 con el reintegro de 5 puntos
de este tributo. Ante este contexto, Clarín Rural dialogó con referentes de
diferentes zonas para saber cuál es la opinión sobre esta política agropecuaria.
“No teníamos margen para esperar otro año más”, sintetizó Lisandro de Los
Ríos, gerente de Prograno, una entidad que agrupa a 250 productores líderes en
Salta. “Este anuncio temprano permite planificar la campaña de siembra con un
horizonte más claro y descomprime un poco la gran presión fiscal sobre el sector
productivo, mejorando la rentabilidad”, agregó el directivo.
Salta es una de las provincias beneficiadas y las retenciones para 2016/17
quedarán en 25%. Según números de esta entidad, tomando el precio FOB y tipo de
cambio actual, la rebaja de 5 puntos representan alrededor de U$S 20 por
tonelada. “En Salta se perdieron 200.000 hectáreas de soja en los últimos años.
En el ciclo pasado alcanzó las 450.000 hectáreas”, informó.
En este sentido, aseguró que con esta nueva disposición, en campo propio, el
margen bruto en soja pasa de negativo a positivo, y en campos arrendados, en
cambio, la rentabilidad sigue siendo negativa. “El cuello de botella es el
flete”, atribuyó de Los Ríos. En promedio, el costo del flete al puerto de
Rosario desde Salta es de U$S 70 por tonelada. Con los actuales precios de los
granos, la incidencia del flete sobre el precio en Salta en soja es del 29%, en
maíz del 46,3% y trigo del 40,2%, continuando con los datos de Prograno.
A su vez, Leandro Rodríguez, productor y asesor de Charata, Chaco, destacó
que esta nueva baja de las retenciones hace más atractivo a la oleaginosa, pero
alertó que aun no tiene en claro cómo serán los reintegros. “La superficie de
soja puede aumentar en detrimento del área maicera pero no por la baja del 5% de
las retenciones. Las perspectivas para el maíz no son tan buenas como a
principio de año. El flete tiene un alto impacto. El valor es entre $ 3.000 y $
4.000 por hectárea”, reclamó.
Con estos números en la cabeza, el plan de siembra para Rodríguez es girasol
como cultivo de primera más gramíneas como cultivo de segunda (sorgo o maíz).Y
otros lotes lo destinará a soja de primera. “La apuesta de la zona es al
girasol. En este cultivo sí repercutió favorablemente la baja de las retenciones
del 32% a 0%”, indicó.
De todas maneras, algunos productores del norte son más escépticos sobre los
recientes anuncios oficiales. Uno de ellos es Pablo López Anido, referente de
Bandera, Santiago del Estero, y director adjunto de la Red de Conocimiento de
Malezas Resistentes (REM) de Aapresid, quien sentenció que la forma en la
devolución de este impuesto no es la adecuada. “Los productores no lo están
tomando en cuenta a esta rebaja en las retenciones porque no se sabe cómo lo van
a aplicar. Estas cosas no funcionaron nunca. Espero que este gobierno lo haga
funcionar correctamente”, consideró.
De ahí que en esta campaña en aquella zona se ha sembrado mucho trigo, maíz
temprano y girasol, según López Anido. “Soja no va a crecer. Es rentable pero
los números siguen muy ajustados”.
Así las cosas por el norte del país, ahora, en la región pampeana, zona donde
la baja de las retenciones comenzarán en 2018, el plan de siembra de granos
gruesos no ha cambiado a pesar de la decisión oficial.
Según Santiago Rodríguez, asesor del sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires,
no cambió en nada. “Estamos acostumbrados que el corto plazo mande”, dijo. Para
explicar esta frase, destacó que cuando se analizó la presente campaña, el
precio del maíz a futuro era muy bueno y en consecuencia, se intensificó la
rotación con el cereal. “Muchos no querían que no se baje las retenciones a la
soja como un gesto del campo a la sociedad después de las medidas
macroeconómicas que beneficiaron al sector”, sostuvo.
Para Gonzalo Albizu, asesor y productor del este de La Pampa. no cree que cambie el plan de siembra de los productores. “En los campos donde trabajo los números del presupuesto se hicieron sin esperar una baja. Algunas hectáreas pasaron a maíz en primer lugar y a girasol en algunos sectores, volviendo a buscar las rotaciones que antes se hacían. El maíz tardío se tornó un cultivo muy estable en la zona y arrojaba un buen número en los márgenes analizados”, apuntó.