Mientras todos tenemos en claro la importancia de la leche materna en los más chiquitos, de a poco le damos menos importancia al consumo cuando crecen. Para crear conciencia, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) instauró el 28 de septiembre como el Día Mundial de la Leche Escolar.
La Argentina es uno de los países que más consumen, más de 150 kilos de productos lácteos per cápita por año, pero igual está por debajo de los valores recomendados. El Dr. Esteban Carmuega, médico pediatra especialista en nutrición Infantil, director científico del Centro de estudio sobre nutrición infantil (CESNI), explicó: "el hombre nace con el equivalente a una moneda de 25 gramos calcio y al salir de la escuela, para tener una estructura ósea saludable, necesita haber acumulado alrededor de un kilo. Para eso debe consumir alrededor de 1 gramo por día pero en promedio en la Argentina solo consume 600 miligramos".
¿Por qué dejamos la leche?
Un cambio en los hábitos hizo que en el último tiempo se reemplace la leche en casa y en la escuela por bebidas azucaradas, gaseosas, jugos artificiales e infusiones. Algo letal sobre todo en los primeros años de vida, donde las necesidades son mayores. Por ejemplo, el mineral es fundamental para "dar el estirón".
Según datos de CESNI de 2012, los argentinos pasamos de consumir 3,3 porciones de calcio por día entre los 2 y los 4 años; que bajan a 2,6 entre los 5 y los 12 años.
En otros casos, se buscan reemplazos que muchas veces no tienen los nutrientes de la leche ni la capacidad de absorción. "La cantidad de calcio que tiene un vaso de leche equivale a tres plantas de brócoli", detalla el Dr. Carmuega a LA NACIÓN.
Si no podemos cumplir con la cuota en el desayuno y la merienda, se puede incorporar la leche en otras comidas. María Vanesa Gottau, nutricionista, recomienda: "es una buena idea utilizarla en licuados, salsa blanca, flanes, postres y como rehidratante luego de hacer ejercicio".
El consejo no es solo para chicos en edad escolar. Las Guías Alimentarias para la Población Argentina de 2015, del Ministerio de Salud de La Nación, recomiendan consumir al menos 3 porciones de lácteos por día, a toda edad. Por ejemplo, un vaso de leche (200 ml), una porción de queso (30 g) y un vaso de yogur (200cc). El consumo de las proteínas que contiene además de vitaminas A, B, C y D, ayuda a tener una estructura ósea más saludable y hasta se relaciona con la prevención de enfermedades cardiovasculares y de obesidad
Fuente: Infortambo