El precio del trigo quedó ayer en el nivel más bajo desde agosto de 2006 en
la Bolsa de Chicago, tras la sexta rueda negativa consecutiva, en la que el
cereal perdió un 3,4% de su valor, al pasar de 140,91 a 136,14 dólares por
tonelada para la posición septiembre. La sobreoferta global, la fuerte
competencia que Rusia le entablará a la mercadería de los Estados Unidos y las
nuevas exigencias sanitarias impuestas por Egipto, el principal comprador
global, son sólo tres de los fundamentos que deprimieron la cotización del grano
fino hasta el bajo nivel actual.
La tónica bajista también se reflejó ayer en la Bolsa de Kansas, donde el
contrato septiembre del trigo resignó un 4% de su valor tras caer de 143,21 a
137,51 dólares por tonelada.
"Los precios están siendo presionados principalmente por la gran oferta
global", dijo a LA NACION Sofía Corina, analista del departamento de
Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Explicó
que en su último informe mensual, el Consejo Internacional de Cereales proyectó
un récord productivo, al elevar de 735 a 743 millones de toneladas la cosecha
mundial del grano fino.
"En el incremento de la oferta se destacan principalmente las grandes cosechas
esperadas en la región del Mar Negro y en Canadá. Según consultores privados, la
producción de Rusia alcanzaría los 73 millones de toneladas, es decir, 11,2
millones por encima del ciclo anterior. Canadá, en tanto, proyectó una cosecha
de trigo de 30,5 millones, con un aumento del 10,5% respeto de 2015", detalló
Corina.
Para los vendedores estadounidenses, que tendrán un saldo exportable de 25,86 millones de toneladas de trigo, producto de una cosecha estimada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en 63,16 millones -un 13,1% por encima de los 55,84 millones precedentes-, el incremento de la cosecha de Rusia y el remanente exportable próximo a los 30 millones de toneladas serán un combo difícil de digerir, dado que ambos países se disputarán un mismo segmento de mercado. Y en ese sentido, la apreciación del dólar registrada ayer frente al resto de las principales monedas de intercambio comercial global fue otro dato bajista, dado que le resta competitividad a la mercadería de EE.UU.
Y el dato que completó el escenario negativo para el trigo fue la decisión del gobierno de Egipto de dar marcha atrás con una resolución tomada en julio pasado y de volver a la tolerancia 0 para el hongo denominado "ergot" en los cargamentos importados, frente a una tolerancia habitual del 0,05%. Esta medida genera incertidumbre entre los países vendedores, porque podría derivar en el rechazo de buques y en la pérdida de valor del grano. Egipto es el principal comprador global de trigo, con una demanda prevista en poco más de 12 millones de toneladas para el ciclo 2016/2017.
El mercado doméstico se mantuvo ajeno ayer a las fuertes bajas externas. En efecto, los exportadores volvieron a pagar $ 2200 por tonelada de trigo condición cámara para Bahía Blanca y $ 2150 para la zona del Gran Rosario, sin variantes.
Acerca del trigo de la nueva cosecha, las ofertas también se mantuvieron estables para todas las terminales, en US$ 150 por tonelada para la mercadería con entrega en el bimestre noviembre/diciembre y en US$ 153 para el segmento enero/febrero. En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), la posición enero cerró sin cambios, con un ajuste de 151,50 dólares por tonelada.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los consumos pagaron entre 2000 y 3000 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.
Maíz y soja, hacia abajo
Para el maíz la de ayer también fue la sexta rueda bajista consecutiva en Chicago. Al cierre de la rueda, las pizarras mostraron quitas de US$ 1,77 y de 1,68 sobre los contratos septiembre y noviembre, cuyos ajustes fueron de 122,73 y de 126,27 dólares por tonelada. El grano grueso no sólo volvió a bajar por sus propios fundamentos, como ser el muy buen estado de los cultivos estadounidenses y la inminente cosecha récord, sino que también recibió la influencia negativa del trigo, con quien comparte suerte (o desgracia) en el mercado de forrajes.
En la plaza local, la exportación ofreció $ 2300 por tonelada de maíz para la zona de Rosario, sin cambios. El mismo valor fue propuesto para Bahía Blanca, donde implicó una mejora de $ 50, en tanto que para Necochea, los $ 2250 pagados por la demanda representaron una baja de $ 50. El cereal de la próxima cosecha se cotizó a US$ 140 para todas las terminales. En el Matba, la posición abril bajó US$ 2 y quedó con un ajuste de 142 dólares.
La jornada bajista de Chicago se completó con la soja, que perdió US$ 2,75 y 1,11 en las posiciones septiembre y noviembre, cuyos ajustes fueron de US$ 361,29 y de 354,30. Tras el cierre de los negocios, el USDA elevó del 72 al 73% la proporción de cultivos en estado bueno/excelente y los dejó muy por encima del 63% vigente un año atrás.
En el nivel local, las fábricas volvieron a ofrecer $ 4000 por tonelada de soja para la zona del Gran Rosario, sin cambios. Tampoco se modificó la oferta por la soja de la nueva cosecha, que quedó en 253 dólares.