Los precios del maíz y de la soja cayeron ayer 4,3 y 3,2%, respectivamente, en la Bolsa de Chicago, en una jornada en la que hubo lluvias efectivas sobre el centro-este de la zona núcleo de producción de granos gruesos de EE.UU. y en la que los pronosticadores desandaron los pasos dados anteayer al orientaron sus perspectivas para los próximo 6 a 10 días hacia un clima menos caluroso y algo más húmedo, dos condiciones favorables para la evolución de los cultivos que, en plena definición de su potencial de rinde, evidencian un muy buen estado.
Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las pizarras de la plaza
estadounidense mostraron bajas de US$ 6 y de 5,80 sobre los contratos septiembre
y diciembre del maíz, cuyos valores fueron de 134,54 y de 137,20 dólares por
tonelada.
Para los fondos de inversión especuladores, el cambio en los pronósticos (uno más) sumó influencia bajista al reporte dado anteayer por el USDA tras el cierre del mercado, en el que ponderó el 76% de maíz en estado bueno/excelente, sin cambios frente a la semana anterior, pero por encima del 69% vigente un año atrás.
En cuanto a la soja, las posiciones agosto y noviembre en Chicago
retrocedieron US$ 12,58 y 14,14, al terminar la rueda con ajustes de 383,61 y de
377,64 dólares por tonelada.
En función de las últimas previsiones climáticas, y del dato dado anteayer por el USDA, de un 71% de cultivos de soja en estado bueno/excelente, contra el 62% de 2015, los operadores consideran que el último tramo de la floración (ya la superó el 59% de las plantas) y la continuidad de la etapa de formación de vainas (la atravesó el 18%) darán lugar a un potencial de rinde que podría quedar por encima de los 31,4 quintales por hectárea previstos por el organismo estadounidense en su último informe mensual, en el que proyectó la cosecha en 105,60 millones de toneladas.
Sin embargo, como se vio en las semanas precedentes, los pronósticos cambian
a diario y con ellos, la tónica de los precios y las expectativas de los
especuladores. Así, lo único que continúa siendo una fija en el mercado
estadounidense es la persistencia de la volatilidad.
El trigo no fue la excepción y sus precios también cayeron ayer, en medio del
avance de la cosecha de las variedades de invierno en los Estados Unidos, que
aportan más del 70% de la producción total del país. El contrato diciembre del
cereal en Chicago y en Kansas perdió US$ 4,23 y 3,49, en tanto que su ajuste fue
de 153,59 y de 150,83 dólares por tonelada.
Entre las bajas y la coyuntura
"Nadie quiere comprometer mercadería sin saber si la podrá mandar en medio de un paro al que no se le ve una solución inmediata", comentó ayer a la nacion un operador de la zona de Rosario, en referencia a las complicaciones que está ocasionando el paro de los transportistas de granos (como se amplía por separado).
En esa coyuntura se insertaron las fuertes bajas externas, que se expresaron con mayor fuerza sobre el mercado de la soja, dado que las fábricas ofrecieron $ 4200 por tonelada para las terminales del Gran Rosario, $ 200 menos que anteayer. Con condiciones particulares, hubo margen para cerrar negocios en un rango de 4250/4300 pesos. En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo bajaron US$ 5,50 y 8,50, al cerrar con ajustes de US$ 297,50 y de 262,50.
No hubo interesados por maíz con entrega inmediata, por la que anteayer pagaron $ 2700. La mejor oferta para Rosario fue de $ 2500 con descarga hasta el 31 del actual. Para Bahía Blanca y Necochea las propuestas quedaron en $ 2600 y en 2400. En el Matba, la posición septiembre bajó US$ 3 y cerró con un ajuste de US$ 170,50, en tanto que el contrato abril se mantuvo en 154 dólares.
El trigo se cotizó a $ 2400 en Rosario y a $2250 en Bahía Blanca, en tanto que los molinos pagaron entre 2400 y 4700 pesos por tonelada.