Tras la remoción de las normas que restringían las ventas externas, la
Argentina ya exportó un 117,5% más de trigo que un año atrás, con 6.545.000
toneladas, frente a las 3.009.500 toneladas precedentes. Así, la Argentina da
los primeros pasos para recuperar el histórico papel de nación proveedora de
trigo, que no mucho tiempo atrás la ubicaba en "club" de los exportadores
globales del cereal junto con los Estados Unidos, Canadá y con Australia, y al
que en los últimos 10 años se sumaron Rusia y Ucrania.
El dato, que se desprende del informe semanal sobre compras, ventas y embarques difundido ayer por la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agroindustria de la Nación, ubica el volumen de trigo exportado por la Argentina al 13 del actual como el más importante desde el negociado a igual fecha de 2012, con 8.317.200 toneladas, en una campaña (2011/2012) que dejó una producción de 14,50 millones de toneladas, superior a los 11,30 millones del ciclo 2015/2016. Cabe recordar que para el cierre del actual segmento comercial (noviembre), Agroindustria proyectó exportaciones de trigo por 8 millones de toneladas, lejos de los 4,40 millones de la campaña precedente.
El registro actual de exportaciones es el quinto más alto para mediados de
julio en el período 2004/2016, detrás del de 2005, con 8.745.000 toneladas; del
antes citado de 2012; del de 2007, con 7.832.300 toneladas, y del de 2008, con
6.774.900 toneladas.
Como contracara del dato de exportación de trigo, las compras de los molinos harineros sumaron 2.570.700 toneladas, un volumen que resultó un 26,4% inferior al adquirido un año atrás por la industria, de 3.490.500 toneladas. Del informe oficial surge, asimismo, que las compras actuales de los molinos son las más bajas desde las 2.821.300 toneladas adquiridas a igual fecha de 2004.