Si bien admiten que el campo mantiene “una relación estrecha” con el Gobierno, pidieron que se revean eslabones de la cadena “que tienen el poder de ser formadores de precios”. Además, hicieron hincapié en la crisis que enfrentan los tambos y las economías regionales. “Es necesario ordenar la cadena”, indicó a Info Región Jorge Chemes desde la entidad.
Aunque los diferentes sectores productivos enfrentan problemáticas disímiles de acuerdo a variables que los afectan particularmente y a qué área de la cadena pertenecen (productores, industriales, comerciales), hay una cuestión que preocupa a todos: la baja de la demanda. En ese marco, desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se mostraron optimistas al advertir que la producción y venta “empezó a retomar la normalidad”, aunque advirtieron que hay sectores que aún se encuentran golpeados, como es el caso de los tamberos y el de otras economías regionales.
“Sin duda que el aumento del precio del maíz (por la quita de retenciones habilitada por el Gobierno) impactó negativamente y en un porcentaje muy grande al productor tambero porque la parte de alimentación tiene una proporción muy alta del costo de producción, así que lamentablemente al aumentar el maíz sube el costo de producción en alimentación”, señaló a este medio Jorge Chemes, vicepresidente 1º de CRA.
No obstante, respaldó la que fue una de las primeras medidas anunciadas por el gobierno de Mauricio Macri al asegurar que “de nada sirve que el tambero pueda sobrevivir a costa de que el productor de maíz se funda”. “Acá tenemos que buscar el famoso equilibrio, alguna compensación u herramienta para que el maicero pueda producir a un precio rentable, pero el productor tambero también. Es necesario ir ordenando la cadena”, reflexionó.
Lo cierto es que tanto en el sector lechero como yerbatero y vacuno, una de las principales problemáticas radica en el desfasaje que se da entre la ganancia que obtiene el productor y el precio de los productos que finalmente llegan a las góndolas. El más evidente tiene como protagonista a la carne. “Es necesario analizar profundamente el resto de los eslabones de la cadena, como puede ser el súper industrial y el comercial, y ver dónde están esos márgenes de diferencia tan altos que hacen que un kilo vivo que se paga entre 20, 25 o 30 pesos termine costando más de 100 o 150 pesos”, señaló Chemes.
Y advirtió: “Esto no es culpa del sector productor primario porque nosotros no somos formadores de precios, somos tomadores de precios. Creo que el Gobierno tiene que generar el ámbito para que se transparente toda la cadena porque nosotros no tenemos influencia como para que el precio en góndola termine siendo tan caro”.
Los principales reclamos del sector. Aunque evidencian una clara sintonía con el nuevo Gobierno y aseguran que encuentran receptividad a sus reclamos, desde la CRA detallaron a Info Región los principales puntos que generan preocupación al campo:
- Ver cómo se supera la crisis del sector lechero, que está desfinanciado, descapitalizado y con márgenes de rentabilidad negativos.
- Atender a las economías regionales que, según sus palabras, “la están pasando muy mal”.
- El problema de endeudamiento del sector agrícola que, si bien no esta tan al límite como el lechero, enfrenta una crisis de financiación que se agravó con el incremento de las lluvias.
Respecto del sector ganadero, desde la CRA aseguran que “ya están un poco más aliviados”. “El sector, después de muchos años de crisis en los cuales desaparecieron doce millones de cabezas, empezó a retomar un poco la normalidad y hubo una recuperación de precios importante que hace que hoy sea uno de los pocos sectores que tienen un margen de rentabilidad razonable”, aseguró Chemes.
Otro reclamo de la CRA, que pareciera ir en línea con los objetivos del Gobierno, es “recomponer los mercados para la exportación”. “Creo que en estos años se puede trabajar porque hay posibilidades ya que las nuevas políticas abren las puertas para poder exportar y eso permitirá recuperar muchos mercados que perdimos y que costaron años recuperar. Son mercados que compran los cortes más caros, que son los que dejan mayor margen de rentabilidad no sólo a los frigoríficos sino también al sector primario productivo”, indicó.
Aunque no los afecta directamente, el dirigente de CRA admitió que temen posibles coletazos como producto de los tarifazos en servicios como luz y gas que ha sufrido la industria. “El aumento de tarifas lo sufre la industria y la cadena de comercialización, pero de alguna manera nos salpica porque la industria, al tener mayores costos, va a ajustar esos costos hacia abajo en el eslabón de la producción, por lo que nos veremos perjudicados indirectamente”, consideró.
Pese a todo, Chemes admitió que existe “una relación muy estrecha” con el Gobierno. “Estamos muy atentos a las decisiones que se van tomando. El gobierno no nos da una respuesta concreta, pero se comprometió a buscar soluciones a lo que le planteamos”, señaló.