Cuando en nuestro informe semanal del día 03 de mayo del corriente año, donde manifestábamos que la soja tenía muchas posibilidades de llegar a cotizar los 450 dólares por tonelada en el mercado de Chicago, muchos indicaron que era un vaticinio que no llegaría a ocurrir. Y esta opinión fue compartida por especialistas y analistas del sector.
Por esos días, el valor de la soja rondaba los 370 dólares por tonelada y nos encontrábamos en pleno desarrollo de la cosecha argentina. Era bastante lógico en ese momento pensar que los precios no podrían subir. Pero los mercados no sólo prestan atención a lo que ocurre en Sudamérica, sino están atentos a lo que pasa en el mundo todo. Y debemos hacer hincapié en la situación que está ocurriendo en los EEUU, en Asia y en Europa. En el gigante del norte de América estamos viviendo semanas de definiciones importantes sobre el rumbo del dinero.
La FED norteamericana nuevamente no va a subir la tasa de interés durante este mes de junio, y entendemos que no lo haría tampoco en Julio, sino hasta Septiembre. Esto hará que el dólar se mantenga tranquilo en relación al resto de las monedas del mundo. Con un dólar bajo, suben los comodities. Además de la situación interna de la economía norteamericana que no termina de tranquilizar a los funcionarios de la FED como para tomar la decisión de subir las tasas, debemos considerar que estamos en un año electoral. Y exactamente este año sería muy complicado aumentar las tasas antes de septiembre, porque perjudicaría las posibilidades de que Hilary Clinton llegue a la Casa Blanca. Recordemos que la FED es en su mayoría “simpatizante” del partido demócrata (actual gobierno).
Cuando hablamos de Europa y Asia, vemos que se encuentran con la necesidad imperiosa de generar inflación. No tan sólo EEUU lo necesita. Sino que los países que componen la Unión Europea, y Japón y China en Asia, están viendo cómo pueden hacer para que exista inflación en sus economías. Y este es otro gran motivo por el cual los valores de los comodities agropecuarios –especialmente la soja- continuarán con la tendencia positiva de precios. También subirán los valores de los metales preciosos, el petróleo y demás comodities.
Estamos en un escenario donde todo está propiciando una tendencia de suba en los valores. Lógicamente, no consideramos que el clima juegue una mala pasada a la producción norteamericana, o que los chinos comiencen a aumentar sus compras de alimentos. De agregarse estas variables, la firmeza de precios sería notable.
La época de los precios maravillosos de los comodities de los años 2008 al 2011 terminó. La mayoría de los comodities tienen sus precios mucho más bajos que hace 3 años y en una chatura muy particular, haciendo que los mercados emergentes se encuentren prácticamente en insolvencia. Una amplia crisis de flujo de dinero ha golpeado el mundo entero debido a los bajos precios de las mercaderías producidas por los países desarrollados y los emergentes. Especialmente en este segundo segmento es donde más lo están sufriendo.
Esta situación sería una de las razones por la que la mayoría de los países estarán de acuerdo con el supuesto plan para la inflación global. Todos necesitan desesperadamente que sus precios de exportación de mercancías vuelvan a subir para así avivar el crecimiento económico.
La Argentina se encuentra bien posicionada de ocurrir lo antes descripto. Tendremos mucha producción, con hombres de campo capacitados para el desafío y que utilizan la última tecnología existente.
De aquí en más, hay que esperar que los mercados continúen con su reacción a la suba. Y que nuestra estimación termine por cumplirse.