En un contexto de buenas noticias que se vienen sucediendo en el sector, por lo menos en el sector externo, tales como la decisión del gobierno de España de no prorrogar las restricciones que impedían sus importaciones del biocombustible argentino o la decisión del tribunal de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de dar parcialmente la razón a la Argentina por su reclamo por medidas antidumping aplicadas por la Unión Europea, la producción de biodiésel local creció un 21% en el primer trimestre del año.

Si bien la foto muestra el alza de la producción en general, respecto a igual período del 2015, con una producción que pasó de 330.173 a 399.833 toneladas, los envíos al mercado interno sintieron fuerte el impacto de las medidas macro económicas, impulsadas por el gobierno de Mauricio Macri, que asumió en diciembre de 2015. Estas, al mismo tiempo, promovieron un aumento de las exportaciones del 94% (pasaron de 96.000 a 185.000 toneladas), que inclinaron la performance general.

Todos estos datos se desprenden de un informe elaborado por RIA Consultores, en donde también se destaca que el crecimiento general de los tres primeros meses del año se sustenta en que la base de comparación era muy baja. El crecimiento se explica porque el primer trimestre de 2015 fue muy malo, explicó a El Cronista, Javier Preciado Patiño, director de la consultora que elaboró el informe en base a los datos del Indec. Hay un mercado interno donde el precio de la materia prima se actualizó por la quita de retenciones y por la devaluación de la moneda, y el precio de biodiésel no se actualizó.

Quedó desfasado respecto del precio de la materia prima y para muchas empresas resultó que no era tan rentable continuar fabricando, destacó el especialista, que sin embargo afirmó que en los meses de abril y mayo de este año se evidenció una tendencia a una mejora en el margen de rentabilidad en la producción de biodiésel.

La característica del segmento es la altísima volatilidad en el desempeño de la industria. Hubo un continuo crecimiento entre 2010 y setiembre de 2012. A partir de ahí por razones normativas, el cierre de mercados externos o la caída del precio del petróleo la situación se vuelve crítica en diciembre 2015, destacó el especialista. Ese mes, se dio el piso de la producción, con apenas 75.000 toneladas producidas.

En cuanto a las exportaciones, el informe muestra que el primer cuatrimestre (enero/abril) las ventas totalizaron u$s 183 millones, contra u$s 68 millones en 2015. Se trata de un negocio de u$s 1000 millones anuales.

Por otra parte, en el caso del bioetanol, la producción el primer trimestre trepó a 196.720 toneladas contra 170.010 en igual lapso de 2015 (aumento del 16%).

Para el mercado externo, la disputa con la Unión Europea está en el horizonte. Días atrás, el bloque europeo apeló el fallo de la OMC con la intención de continuar aplicando un impuesto de importación de 24,6% al biodiésel de Argentina. Cabe destacar que el país es el primer productor mundial de biodiésel, en su caso a partir de la soja, seguido por Indonesia, que lo produce a partir del aceite de palma. Ese país, también recurrió a la OMC luego que la UE le aplicó aranceles de 18,9% a sus biocombustibles. La situación se gestó luego de que en 2012, la Argentina había exportado un total de 1,6 millones de toneladas de biodiésel, el 90% para el mercado europeo.