Pero la mejora de las condiciones meteorológicas llegará demasiado tarde para salvar cultivos en áreas que aún reportan excesos hídricos tras las graves tormentas de abril.

Varios millones de toneladas de la cosecha 2015/16 se perdieron por las lluvias que el mes pasado anegaron cerca de la mitad del área agrícola y frenaron la recolección. Los daños en la producción de soja en la Argentina impulsaron los precios internacionales.

Los pronósticos de cosecha cayeron, según la agencia Reuters, a entre 52 millones y 56,5 millones de toneladas, lejos de los 60 millones que se esperaban antes del temporal que se extendió durante gran parte de abril y que también generó graves daños en la calidad de soja, lo que podría golpear la exportación del grano sin procesar.

El clima será mayormente seco durante junio en el principal cinturón agrícola, lo que será bueno para la recolección, dijo Anthony Deane, titular de la consultora Weather Wise Argentina, a Reuters.

Es muy tarde para áreas del sur de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba. La soja que todavía pueda sacarse de esas zonas será de muy baja calidad, agregó.

Los futuros de la harina de soja -de la que Argentina es el mayor proveedor a nivel global- treparon casi 50% desde el final de marzo en Chicago, debido a las preocupaciones por las inundaciones en el país.

Con más del 70% de la soja 2015/16 ya recolectada, se espera que los agricultores locales finalicen la cosecha en junio.