Los precios de la soja cerraron con importantes subas ayer en la Bolsa de Chicago, impulsados por la firmeza de las cotizaciones de la harina, en un movimiento alcista que se inició en la Bolsa china de Dalian y se extendió en la plaza estadounidense. Al cierre, las pizarras de Chicago mostraron subas de 11,29 y 10,56 dólares sobre las posiciones julio y agosto de la soja, que cerraron en 398,85 y 397,47 dólares la tonelada. La posición julio de la harina creció 20,17 dólares y terminó la jornada con un precio de 448,85 dólares por tonelada.
Entre los factores que impulsaron el alza de los precios de la harina está la
previsible menor oferta argentina por las pérdidas generadas por el mal clima de
abril, pero también hay un fuerte componente de especulación en el mercado por
parte de los grandes fondos de inversión que operan en Chicago y que en las
últimas ruedas vienen generando una creciente volatilidad. Otros factores que
incentivaron el alza fueron nuevas compras de soja estadounidense por parte de
China y pronósticos de 6 a 10 días que auguran lluvias por encima de los
registros normales para buena parte del Medio Oeste, que podrían demorar el
avance de la siembra. Hasta el lunes pasado se cubría el 56% de una superficie
proyectada por el USDA de 33,29 millones de hectáreas.
También el maíz se cotizó en alza en Chicago, dado que los contratos julio y septiembre sumaron 2,85 y 2,86 dólares, al cerrar con ajustes en 159,34 y 160,33 dólares por tonelada. En este caso, la principal causa fue la situación que se registra en Brasil, donde la escasez de cereal en la segunda cosecha (safrinha) no sólo lo está sacando del mercado exportador, sino que lo está impulsando a importar maíz para bajar los precios internos de la materia prima requerida por los productores de porcinos y pollos.