“A fin de año, clima mediante, podemos llegar a tener casi el triple de lo necesario para consumo interno, permitiendo de esta manera exportar 10 millones de toneladas, lo que se traduciría en 2 mil millones de dólares, generando así divisas para el país que representan inversión, trabajo y arraigo en toda la Argentina”, dijo Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), de cara a una nueva campaña.
Según un estudio del Instituto de Estudios Económicos y de Negociaciones Internacionales (IEEyNI) de la SRA, en base a datos estadísticos y elaboración propia, el área sembrada de trigo crecerá un millón de hectáreas, un 30% más que en 2105, invirtiéndose cerca de 1.400 millones de dólares, un 27% más que la campaña anterior. De esta manera podremos llegar a fin de año generando 500.000 viajes de camiones, 100.000 más que la anterior campaña.
También se incrementó la inversión en tecnología: la cantidad de cosechadoras y sembradoras vendidas crecieron un 22% y un 28%, respectivamente y diversos implementos como pulverizadoras, palas hidroneumáticas, rastras de discos, entre otros, registraron una suba del 9,4%.
La utilización de insumos estratégicos como los fertilizantes, tan necesarios para reponer los nutrientes al suelo, mejorar la productividad y la calidad de nuestros granos, llegaría a los 3,3 millones de toneladas, con un crecimiento de 800 mil toneladas respecto a la campaña 2015/2016; es decir, alrededor de un 30 % más, generando a su vez mayor demanda de transporte y acondicionamiento de los mismos.
Con el objetivo puesto en mejorar la competitividad, las nuevas reglas de juego impulsadas desde el Gobierno para el campo, permitirán al sector dar el puntapié inicial hacia un crecimiento sostenido.