Aunque se advierte sobre una posible burbuja, en lo que hace a la oferta y
la demanda de terrenos, el mercado de arrendamientos de campos atraviesa una
etapa de expectativa y fuerte dinamismo. Según el último reporte de coyuntura,
denominado Apuntes para Empresas y realizado por la consultora Zorraquín-Meneses
para el mes de mayo, ya se empezaron a registrar movimientos en el mercado de
arrendamientos, con subas de entre el 10% y el 30% en los precios, según zonas y
el tipo de campo. "En algunos casos, parece excesivo para la rentabilidad
esperada en la campaña 2016-2017. Ya en la de 2013-2014 vivimos una burbuja
donde se pagaba más de lo que se debía por los arrendamientos, y no llevó a
buenas experiencias", advierte Alejandro Meneses, uno de los autores del
informe.
El especialista agregó que por más que el sector está en un momento al que
catalogó como "muy dinámico", tras las medidas anunciadas por la nueva
administración en el gobierno nacional (sobre todo la quita de retenciones a la
exportación de cereales), que le generan un gran caudal de consultas sobre
posibles inversiones, también se parte de un piso muy bajo. "El año pasado, el
negocio fue para atrás, mientras que este año arrancó fuerte, siempre
dependiendo de las zonas y los tipos de cosecha", manifestó.
Como dato, destacó que el 50% de la agricultura en el país, o sea exactamente
la mitad de lo cosechado, se realiza sobre campos arrendados, en un segmento que
actualmente está sufriendo por las fuertes lluvias e inundaciones.
Producto de este factor, la cosecha de soja al mes de mayo ronda el 55%,
cuando en años anteriores a la misma fecha estaba cerca del 80-85%. "Los daños
en algunas zonas, sobre todo en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, son
relevantes, yendo desde lotes totalmente perdidos a daños en la calidad de los
productos", destaca el informe. Según datos relevados por las Bolsas de
Cereales, las toneladas perdidas de soja se acercan a los 6 millones, aunque
según estimaciones propias, estas pérdidas podrían ser mayores.
Como puntos pendientes en el sector, el informe destaca que en cuanto a los
créditos, la tasas en pesos siguen altas (mayor al 30%), aunque los anuncios del
Gobierno de ayuda a las pequeñas y medianas empresas, en aspectos crediticios y
fiscales, se perciben como una buena señal. Asimismo, en términos de logística,
se advierte que siguen las complicaciones en la zona central para sacar grano
del campo.
"Las zonas que no fueron afectadas están aprovechando la suba de precios
fruto de la necesidad de mercadería por parte de los compradores. Esto mejora
las finanzas en algunas empresas y las complica en otras", sostiene el estudio,
y agrega que en varios casos los compradores están adelantando dinero a cuenta
de la soja retenida en bolsones, que no se puede sacar por falta de caminos.
Más allá de la contingencia de los distintos segmentos, con un sector del trigo expectante por el aumento de la superficie sembrada o una ganadería con una "firme demanda por vientres", el clima de inversiones resulta positivo: "Se están evaluando proyectos con cautela, además de estudiar cuáles son los mejores vehículos y momentos para canalizar esas inversiones. Se habla de un blanqueo o moratoria que puede dar un impulso", destaca el informe.