SORRISO, Mato Grosso (Reuters).- La crisis de oferta de maíz en Brasil va a necesitar más de una buena cosecha para ser resuelta, con una demanda de exportación y con un mercado interno que superan la disponibilidad de cereal en el ciclo 2015/2016 y que reducen las existencias, tras las pérdidas ocasionadas por la sequía en varios Estados productores, como Mato Grosso, Goiás, Mato Grosso do Sul y Paraná.
"Los problemas por los altos precios del maíz para los productores de pollos
y de porcinos, que usan el cereal como materia prima para su trabajo, se van a
prolongar hasta el segundo semestre de 2017, a pesar de las importaciones récord
previstas para el presente año", dijo el analista de Agroconsult, Marcos Rubin,
que estimó las compras externas de Brasil en 2,5 millones de toneladas de maíz
(mayormente de la Argentina y de EE.UU.), frente a las 370.000 toneladas de
2015.
El especialista dijo que la actual coyuntura de precios domésticos récord para el maíz impulsará una mayor siembra en el ciclo 2016/2017. "Se va a sembrar maíz hasta en los terrenos de las ciudades", indicó Rubin anteayer en un encuentro con agricultores de esta región de Mato Grosso, el principal Estado productor de granos de Brasil.
Según las proyecciones de Agroconsult, Brasil obtendrá una cosecha de maíz
2015/2016 de 78,50 millones de toneladas, por debajo de los 84,70 millones
recolectados en la campaña anterior. Para configurar el actual escenario, las
pérdidas productivas se combinaron con la explosión de las exportaciones, que
entre julio de 2015 y abril último sumaron un récord histórico de 35,70 millones
de toneladas.
A su vez, la fuerte suba de los precios impulsó un adelanto en las ventas de la nueva campaña, por el interés de los productores en capitalizar las mejores cotizaciones. Por estas ventas anticipadas, Agroconsult estima las exportaciones brasileñas de maíz en 2016 en 21 millones de toneladas, con una disminución significativa respecto de 2015, pero aún lo suficientemente altas como disputarle a la Argentina el segundo lugar en el ránking de proveedores globales.
Rubin agregó que el escenario de precios altos para el maíz limitará, asimismo, el crecimiento de la siembra de soja en Brasil durante la campaña 2016/2017. "Vamos a tener limitaciones para expandir la superficie en la nueva campaña", aseguró y añadió que en el inminente ciclo agrícola de la oleaginosa "nada puede salir mal, porque de ocurrir pérdidas, el impacto sobre los precios será inmediato".