En marzo pasado, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, anunció que el Gobierno comprará los sobre stocks de leche que tiene el sector industrial para ubicarlos en el exterior. Según el funcionario, la medida apunta a que de esta manera, liberando mercadería que presiona sobre el mercado, puedan mejorar los precios que cobran los tamberos, hoy los más bajos del último año.
A dos meses del anuncio, el sector sigue en crisis y bajo protesta permanente. De hecho, se estima que las industrias lecheras se encuentran con sobre stocks de entre 20.000 y 30.000 toneladas y que se trata, junto a la caída de los precios internacionales, de uno de los factores que les impiden mejorar lo que les pagan a los tamberos.
Al respecto, la Asociación de Productores Lecheros, acusó a las empresas multinacionales de intentar concentrar la producción y la comercialización de leche y lácteos. Según su tesorero, Daniel Oggero, las grandes empresas comenzaron a comprar tambos, a través de testaferros. En declaraciones a Radio Del Plata, el dirigente acusó a Mastellone, Saputo, Willner, Milkaut y Pampa Cheese de "estar cartelizadas, y entre ellas poner el precio y pagar lo que quieren" a los productores y tambos. Destacó a SanCor, de la cual dijo "es una cooperativa que defiende a su productor que es socio, y por ende le pagó un poco más.
El también dirigente de Federación Agraria Argentina (FAA) indicó que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) emitió en enero un informe sobre el costo de producción de un litro de leche en la tranquera del tambo y lo estableció en $4,15. Sin embargo, precisó que "el productor recibe $2,20, un valor de quebranto total", y añadió que "a los camioneros también le ponen el precio y por eso realizaron el último fin de semana una protesta en la cual regalaron la leche que debían transportar".
Oggero subrayó que desde enero "el INTA no volvió a referirse al costo, y abogó porque "ojalá no lo hayan callado. No veo medidas donde incentiven al productor a quedarse en el campo. La devaluación nos enterró 20 metros bajos tierra, los insumos aumentaron el doble o el triple", afirmó el dirigente tambero, quien puso de relieve que "la quita de retenciones al maíz y a la soja, ingredientes fundamentales en la alimentación de la vaca de tambo, llevó de $800 que pagamos la tonelada de maíz a $1400 primero y a $2.800 en la actualidad".
Oggero aseguró que "ningún productor se benefició con la quita de retenciones porque cuando se tomó la medida, la producción ya estaba en manos de los exportadores".