El campo respondió rápidamente a la reducción de retenciones y a la eliminación de las trabas para exportar que dispuso el Gobierno en diciembre pasado.
Eso es lo que se desprende de un informe elaborado por el Instituto de
Estudios Económicos (IEE) de la Sociedad Rural Argentina (SRA) que analizó el
comportamiento de los 24 productos que tuvieron un mayor incremento de sus
exportaciones en el primer trimestre de 2016 respecto del mismo período de 2015.
Según el trabajo, de los 24 productos que lideraron la avanzada exportadora 21 tienen origen agropecuario. Ese universo comprende desde el aceite de soja y las carnes frescas hasta los alimentos balanceados y los porotos.
Las exportaciones de esos productos crecieron 44% en los primeros tres meses de 2016 respecto de 2015 y llegaron a US$ 6380 millones de dólares. Las ventas totales, en cambio, subieron un 3%. Mientras ese segmento en 2015 representaba el 37% de todo lo que se exportó, un año después su incidencia llegó al 51 por ciento.
El impacto de la baja de retenciones en el aumento de los envíos externos se comprueba con los tres productos que lideran el ranking exportador. La harina de soja pasó de vender US$ 1738 millones en el primer trimestre de 2015 a US$ 2120 millones en los tres primeros meses de este año.
El aceite de soja, en tanto, subió de US$ 574 millones a US$ 988 millones. Ambos productos tuvieron una reducción de los derechos de exportación de cinco puntos porcentuales.
Otro caso del efecto de la baja de las retenciones, al que se suma la eliminación de los cupos para exportar, es el maíz. Los envíos treparon un 63% entre un período y otro. En el primer trimestre de 2015 las ventas llegaron a US$ 655 millones, mientras que este año fueron de US$ 1065 millones.
Otros incrementos significativos, según el estudio, que se realizó sobre la base de datos del Indec, fueron el aceite de girasol (225% de aumento) y el biodiésel (107%).
"Las medidas en materia de retenciones y de apertura de las exportaciones tuvieron un efecto inmediato en las ventas externas", sostiene el informe, y añade que esas medidas "permiten que el campo vuelva a posicionarse como el motor en capacidad de dinamizar la economía en todas las provincias, creando empleo, desarrollo y arraigo".
Aunque todavía con un porcentaje bajo respecto del volumen total de producción (7%), la exportación de carne comienza a incrementarse, señala el IEE. En el primer trimestre de este año las carnes frescas aumentaron 18% respecto de 2015.
El aumento del volumen y del valor de las exportaciones se dio pese a que los precios internacionales de los productos agropecuarios son en promedio más bajos que el año pasado. "Si se hubieran mantenido los precios promedio del año pasado, el incremento de las exportaciones habría sido mucho mayor aun", explicó Ezequiel de Freijo, analista del IEE. El economista dio el ejemplo del trigo: en 2015 tuvo "un valor promedio de 225 dólares la tonelada y este año bajó a US$ 183".
Un elemento positivo del aumento de las exportaciones agropecuarias se da en las economías regionales, afirma el trabajo. Las exportaciones de ajo aumentaron un 67%, igual porcentaje que subió la caña de azúcar. Otros productos típicos de las economías regionales tuvieron incrementos menores, como el maní (22%) y los porotos (7%).
Pese a la mejora de la competitividad por la devaluación y la baja de retenciones, varios productores de economías regionales se quejan de la inflación y la suba de costos. La semana pasada, un plenario de la comisión de economías regionales de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que agrupa a medio centenar de asociaciones del interior, advirtió por el estado crítico que atraviesan algunas producciones específicas por los aumentos de la energía y los combustibles.
El propio ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, admitió recientemente en un seminario organizado por la SRA que había segmentos de las economías regionales que todavía tienen problemas y para los cuales se deberían tomar medidas específicas de apoyo.