Luego de años de aplicar políticas antiexportadoras, la Argentina podría volver a partir de 2017 a ser un jugador importante en el mercado internacional de trigo a partir de una fuerte recuperación de su producción, que podría rondar el 50%. Las estimaciones surgieron en el seminario “A todo trigo”, que arrancó este jueves en Mar del Plata.
Como suele suceder en estas multitudinarias reuniones organizadas por la Federación de Acopiadores, fue el consultor agrícola Gustavo López el encargado de dar a conocer un pronóstico para la campaña 2016/17, que arrancaría en las próximas semanas con la siembra del cereal. El analista aseguró que la superficie triguera podría crecer de 3,4 millones de hectáreas a 4,8 millones. Y que, en consecuencia, la cosecha de trigo aumentaría de magras 10,3 millones de toneladas a 15,3 millones. Esto es un 48%.
Semejante recuperación implica una buena respuesta de los productores agrícolas al paquete de medidas (la devaluación y la quita de retenciones) lanzadas en diciembre por el presidente Mauricio Macri, quien hace un año estuvo en este congreso triguero haciendo campaña y ahora, ocupado en tareas de gobierno, envió una carta saludando a los productores. Pero el gobierno también envió a su ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien remarcó que Macri había cumplido con todas las promesas que hizo al sector y les pidió a los chacareros que siembren. “Hace menos de un año tenían un dólar por trigo de 7 pesos y hoy está en 15 pesos”, les recordó.
El ministro, de todos modos, destacó que en materia de producción agrícola no todo es cuestión de números sino también de confianza. “La producción de trigo había caído más del 40% en los últimos tiempos y eso nos llevó a una pérdida de puestos de trabajos y a una falta de protección de nuestros suelos, por el monocultivo de la soja. Pero de ahora en más las reglas de juego van a ser absolutamente claras y transparentes por parte del Estado. La Argentina necesita inversiones, que se hacen a partir dela confianza, y el sector agropecuario va a invertir más de 12 mil millones de dólares”, subrayó Buryaile.
El anfitrión y presidente de los Acopiadores, Fernando Rivara, había hablado de lo mismo unos minutos antes. Rememoró los años en que el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, intervenía malamente en el mercado del trigo provocando un efecto desaliento al productor, que perdía parte de su renta a manos del Estado (por las retenciones) y a manos de sectores más concentrados de la cadena (por el bloqueo de las exportaciones). “Ahora queremos que exportadores y molinos compitan en un mercado con reglas claras, sin protección ni prebendas”, reclamó.
“El trigo resucitó, es ahora o nunca. Tenemos una oportunidad histórica para poner al trigo donde tiene que estar. No tenemos ninguna duda que este año vamos a aumentar por lo menos 20 o 25% el área sembrada en el país”, confirmó el ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquis, que también auguró que los mercados internacionales darán una cálida bienvenida a la Argentina.
En “A Todo Trigo” hay varios brasileños que vinieron a husmear a ver si el cambio en la Argentina es realmente serio. Sarquis se refirió a ellos: “Acá hay varios amigos de Brasil. A ellos les pedimos disculpas por los errores cometidos durante doce años. Ahora les decimos que va a haber trigo suficiente y de calidad”, sostuvo.
En ese sentido, López confirmó que el escenario internacional se presenta “promisorio”, pues en la campaña 2016/17 se prevé una reducción de 3% en la producción mundial del cereal, que achicará los stocks y tonificará los precios. De acuerdo con el especialista, el saldo exportable de trigo que tendrá la Argentina (y que hace un par de años cayó a un mínimo histórico de menos de 2 millones de toenladas) se ubicaría en 2017 en cerca de 8,7 millones. Si se mantienen los valores FOB esperados para entonces, de unos 190 dólares, el aporte del trigo podría ser de unos 1.600 millones de dólares.