La lluvia no le da tregua a una castigada Santa Fe. En el Norte, volvió a llover anoche y los 140 milímetros que cayeron en la zona urbana de Alejandra, departamento de San Javier, al nordeste de la ciudad capital, complican un panorama de por sí desolador. El pronóstico anticipa que las lluvias en la Mesopotamia, una de las regiones más afectadas por las inundaciones, seguirán al menos hasta mañana, junto con una ola de frío, lo que complicaría aún más la situación de los evacuados y los pobladores en esa zona.

Mientras que el gobernador de Entre Ríos sostuvo que la provincia sigue en "emergencia" porque "la situación es compleja en todo el territorio provincial", en Santa Fe cayeron 1270 milímetros de agua en los 24 días de este mes. Eso equivale a las lluvias de un año, de acuerdo con la media histórica. De ahí que las pérdidas productivas sean multimillonarias. De hecho, hay estimaciones privadas que hablan de casi cinco millones de toneladas de granos perdidas.

Ayer, todos prestaban atención al Norte, en especial sobre la costa de los afluentes del Paraná. El presidente comunal de Alejandra, Raúl Lobato, aseguró: "El panorama es desolador. Hay barrios anegados, pozos ciegos colapsados, calles de calzada natural que están intransitables, graves pérdidas en la ganadería y los cultivos y la demanda social va en aumento".

La Sociedad Rural de Reconquista, departamento cercano a la provincia de Chaco, expresó su preocupación por "las comunidades del norte santafecino y el estado de incomunicación y aislamiento que atraviesan muchos pobladores de parajes y comunas". Dijo también que "la producción de la provincia está en una crisis profunda".

Para los ruralistas, "la catástrofe amerita acciones" estatales en todos los frentes. Consideran "insuficientes" los acuerdos entre la provincia y el Estado nacional.

Gustavo Vionnet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), estimó las pérdidas en 2500 millones de dólares, incluidas las cosechas, la ganadería, los tambos y la actividad frutihortícola.

En tanto, la Bolsa de Comercio de Rosario atribuyó a las lluvias en la zona más productiva y otras regiones del Litoral la pérdida de dos millones de toneladas de soja. El anegamiento de los campos también impediría levantar unos 500 kilos de porotos por hectárea, cuando el 40% de la soja de primera está cosechada. Antes de las tormentas sobre la Pampa húmeda y el Litoral, se estimaba un rinde de 4000 kilos por hectárea.

Zona de desastre

El gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, manifestó ayer, tras recorrer zonas anegadas, que "hay una situación de emergencia en la provincia" (que se decretó el viernes pasado), y anticipó que dispuso declarar "zona de desastre para los sectores productivos que sufrieron inundaciones y anegamientos, sobre todo el sector lácteo y el sector de granos con la cosecha gruesa que no se está pudiendo levantar".

En Corrientes, varias familias seguían prácticamente aisladas en distintos poblados de las comunas de Esquina y San Luis, donde sólo se podía llegar con lanchas o helicóptero. Si bien durante el fin de semana hubo una merma en la caída de lluvias en esa provincia, hubo "pocos que pudieron volver a sus casas", indicó el intendente de San Luis, Ricardo Valenzuela.

El funcionario dijo al diario El Litoral que había "muchos autoevacuados en casas de familiares y unas 60 personas en los centros de evacuados".

Algunos ríos como el Gualeguaychú (Entre Ríos) o el Pilcomayo (Paraguay) estaban ayer en bajante porque en los últimos días dejó de llover en las cuencas altas.