La mayoría de las veces se manejan en la producción agrícola paquetes de protección y nutrición por separado, como si no existiera interacción entre ellos. Los agroquímicos protectores, son sólo protectores de un rendimiento potencial que se maximiza en función de la estrategia y del manejo nutricional elegido. Y éste no sólo depende de utilizar grandes cantidades de fertilizantes, sino de maximizar su eficiencia de uso, de forma que la probabilidad de transformar en grano el nutriente agregado, pase de un 50% a un 80% o más. Para esto, es fundamental balancear la nutrición del cultivo, cubriendo nutrientes esenciales y generando las condiciones para que el cultivo los pueda utilizar a partir de un índice de área foliar correcta y un sistema radicular potente, en profundidad y en cantidad de pelos capilares, para aumentar la superficie de intercambio entre la raíz y el suelo y así maximizar la absorción por parte de la planta. Esto se transforma en mejores rendimientos y también en mejoras de la calidad del grano cosechado. Así,, el agregado de valor a la cebada puede modificar radicalmente los resultados económicos obtenidos, donde pasar de un producto con calidad forrajera a uno con calidad cervecera puede significar una diferencia de ingresos por tonelada comercializada que, sumado al incremento de rendimiento logrado, mejora la ecuación económica. Lo mismo ocurre en el trigo, donde poder expresar el potencial de rendimiento en conjunto con una mejora en la calidad panadera, expresada en mejoras del peso hectolítrico, proteína, gluten e índice W puede generar bonificaciones que compensen los gastos de comercialización del cereal.
Por otra parte, una correcta nutrición de la cebada y del trigo redunda en una menor incidencia de enfermedades y menor porcentaje de vuelco de las plantas, aspecto muy valorado en la producción de estos granos.
El Pack ProNutiva® está compuesto por productos protectores de la semilla como Vitavax® Flo TS / Biozyme®-TF, el fungicida Pack Evito® T para control de enfermedades como mancha en red en cebada, royas y mancha amarilla en trigo. También se suman el insecticida Orthene® 75 SP y Everest® 70 WDG.
Everest® 70 WDG es un herbicida selectivo exclusivo para trigo, formulado en base a Flucarbazone sódico, de la familia de las triazolinonas, que si bien actúan sobre la enzima conocida como ALS, su diferente modo de inhibición mejora los ratios de control en avena negra (Avena fatua) y raigrás anual (Lolium multiflorum), y tiene un efecto supresor sobre algunas latifoliadas como sanguinaria (Polygonum aviculare), enredadera (Polygonum convolvulus), nabo (Brassica napus), y bolsa de pastor (Capsella bursa-pastoris), entre otras.
La mezcla de Everest®70 WDG con Finesse® WG (Clorsulfuron + Metsulfuron metil) mejora el control de Raigrás.
En cuanto a los productos que cubren la parte nutritiva del cultivo, se destacan Raizal®, Biozyme®-TF y Biotron ®Plus, que pueden aplicarse en un mismo estado fenológico como Pack Cebada y Pack Trigo.
Raizal® es un arrancador de cultivos con actividad bioestimulante que genera producción de auxinas por parte de la planta. Provee nutrientes y estimula la producción de raíces, la emisión de pelos radiculares y aumenta la superficie de intercambio con nutrientes y agua en el perfil de suelo.
Biozyme®-TF es un fertilizante foliar con actividad bioestimulante que genera la producción de auxinas, giberelinas y citocininas naturales por parte de la planta, estimula la germinación y el crecimiento vegetal y restablece la fisiología normal de la planta. Se usa en tratamientos de semilla para lograr una germinación más uniforme y vigorosa y en aplicaciones foliares para aumentar la floración y retención de frutos. Esto permite, en aplicaciones realizadas durante el inicio de encañazón del cultivo, aumentar la fijación de granos y, por lo tanto, potenciar el rendimiento.
Biotron® Plus brinda tolerancia a situaciones de estrés biótico y/o abiótico
al estimular mecanismos de defensa de las plantas por su contenido de
folcisteína. También contiene ácidos húmicos que favorecen una mayor asimilación
de los nutrientes, permitiendo un crecimiento más rápido y vigoroso del cultivo.
Esto permite mejorar todos los parámetros de calidad del grano como proteína,
poder germinativo y peso hectolítrico.
Ensayos realizados en cebada mostraron mejoras en el rendimiento cercanos al 9% en 22 sitios de evaluación, además de incrementos en los niveles de proteína, pasando de un 10 a un 11% en 19 sitios sobre 22 evaluados y mejoras en el PG de un 3,2% en 16 sitios, igual nivel de PG en 5 sitios y sólo disminución del mismo en un solo sitio de ensayo.