El contraste entre la urgente necesidad de mercadería que evidencian las fábricas procesadoras que operan en la zona del Gran Rosario y la escasez de soja disponible, producto de las complicaciones derivadas de las lluvias persistentes en lo que va de abril, volvió a marcar ayer el rumbo de los negocios en el mercado local de granos, donde la oleaginosa exhibió precios muy firmes, poco acordes con los que se suelen ver en tiempos de cosecha.
Al igual que el viernes pasado, los compradores centraron su atención sobre
los vendedores capaces de garantizar la entrega más próxima posible. Así, por
los negocios con descarga hasta el sábado pagaron 3550 pesos por tonelada, con
la posibilidad de alcanzar algún plus adicional por lotes importantes. En
cambio, para las entregas más extendidas las propuestas se ubicaron en un rango
de 3350 a 3400 pesos por tonelada.
En todos los casos, las ofertas de las fábricas quedaron por encima de la capacidad teórica de pago, que según el reporte diario del Ministerio de Agroindustria de la Nación fue de 3321 pesos por tonelada de soja.
"La incertidumbre al ver que la mercadería que tenían adquirida no llega a las fábricas está haciendo que los compradores paguen muy por encima de la capacidad de pago para conseguir la soja que evite tener que parar las plantas de molienda, una situación que les costaría mucho más dinero que el que se ven obligados a ofrecer en el mercado para obtener soja con descarga inmediata", contó a LA NACION una fuente del sector comercial que a diario transita el piso de negocios de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Según este operador, ayer se comercializaron unas 50.000 toneladas de soja, un volumen magro si se tiene en cuenta que las plantas procesadoras de semillas oleaginosas ubicadas en el Gran Rosario tienen una capacidad de molienda diaria próxima a las 160.000 toneladas. "Si pensamos que hoy estamos en tiempo de plena cosecha, los precios que se ven en el mercado son una locura. Sin embargo, están ajustados a una necesidad concreta, producto de las demoras en la recolección y de la lenta llegada de la mercadería a las fábricas", añadió la fuente.
Tal es la urgencia de los compradores que la BCR indicó ayer en su reporte diario que "ante la necesidad de atraer oferta, algunos puertos de la región toleran el recibo de soja con humedad superior a la estándar".
Si bien ayer no hubo ofertas abiertas en dólares por soja con entrega durante el mes próximo, las propuestas informales oscilaron de 235 a 239 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea fueron de 235 y de 232 dólares, respectivamente.
Las urgencias de la demanda se reflejaron también en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde el contrato mayo de la soja sumó US$ 1,50 y cerró con un valor de 241 dólares por tonelada. La posición julio se mantuvo estable, con un ajuste de 244 dólares.
Tras operar durante la mayor parte de la jornada con subas de hasta 2 dólares, la soja terminó la rueda de negocios con mayoría de bajas en la Bolsa de Chicago. Al momento de fijar los ajustes, las pizarras de la plaza estadounidense mostraron quitas de US$ 0,64 y de 0,46 sobre los contratos mayo y julio, cuyos ajustes resultaron de 350,63 y de 353,84 dólares por tonelada. El principal factor que le quitó sostén a las cotizaciones de la oleaginosa fue la devaluación del real frente al dólar, próxima al 2,1%, tras pasar la paridad entre ambas divisas de 3,476 a 3,548.
Exportadores atentos
Si las fábricas procesadoras de soja necesitan la mercadería para no quedar paralizadas, los exportadores de maíz deben lidiar con las consecuencias de las lluvias y de los anegamientos de campos y caminos para no retrasar la salida de buques. En efecto, sólo desde las terminales del Gran Rosario, entre el 14 del actual y el 5 del mes próximo deben embarcarse 1.411.150 toneladas de maíz. A ellas se suman 249.400 toneladas para el puerto de Bahía Blanca; 44.200 toneladas para Necochea, y 25.000 toneladas para el resto de los puertos, según el reporte sobre el programa de carga de buques de la BCR.
Frente a esta necesidad, los compradores volvieron a pagar $ 2500 por tonelada de maíz con entrega hasta el lunes próximo para la zona de Rosario y $ 2450 para las descargas durante el resto del mes. En ambos casos, las ofertas quedaron muy por encima del FAS teórico, que fue fijado en $ 2183 por Agroindustria. Durante la rueda se habrían negociado unas 30.000 toneladas del grano grueso.
También se mantuvieron estables las propuestas por maíz para entregas diferidas desde junio, en US$ 155 por tonelada, y para la próxima cosecha 2016/2017, en 150 dólares.
En Bahía Blanca, los exportadores ofrecieron $ 2350 por tonelada de maíz disponible, $ 150 más que el viernes pasado, en tanto que para Necochea volvieron a proponer 150 dólares por tonelada.
Tras las fuertes subas de la semana pasada, las posiciones abril y julio del maíz en el Matba resignaron US$ 1,50 y 0,50, mientras que sus ajustes fueron de 177,50 y de 155 dólares.
En cambio, las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron una continuidad de la tendencia alcista para los precios del maíz, al cerrar con subas de US$ 0,98 y de 1,18 sobre los contratos mayo y julio del cereal, cuyos ajustes resultaron de 149,99 y de 151,57 dólares por tonelada. Durante la rueda, los fondos de inversión especuladores compraron poco más de 1,52 millones de toneladas.
Respecto del trigo, ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los molinos pagaron entre 2000 y 3600 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.
Los exportadores volvieron a pagar $ 2200 por tonelada de trigo condición cámara para Bahía Blanca y US$ 150 para Necochea, en tanto que redujeron su propuesta de $ 2200 a 2100 para Rosario. El cereal de calidad se mantuvo en US$ 185 para Bahía Blanca. En el Matba, la posición julio bajó US$ 1,50 y quedó en 163 dólares.