Los valores de los granos tienen un soporte no previsto.
Contrariamente a lo esperado, Janet Yellen, a cargo de la Reserva Federal de EE.UU., ha descartado cualquier posibilidad de un aumento en las tasas de interés.
Al menos por este año.
Evidentemente, la situación económica de este país ha cambiado a favor.
Su delicado estado parece ir quedando atrás. Por ello, no se vislumbra una necesidad inmediata de aumento en las tasas de interés.
Para quienes no logran entender la importancia de la tasa de interés en EE.UU. con relación a los precios de los granos, vale la siguiente reflexión.
Supongamos que los bancos de EE.UU. ofrecen un 10% y los de otro país, también. A igualdad de condiciones de riesgo, para los depositantes les será lo mismo uno u otro.
Pero si los bancos de EE.UU reducen su interés al 6%, lógicamente los depositantes buscarán llevar su dinero al otro país donde se ofrece 10%.
En este caso, los depositantes deberán vender sus dólares a fin de adquirir la moneda del nuevo país de destino. Este movimiento generará una depreciación del dólar.
En el mercado mundial de monedas, las modificaciones de las tasas de interés afectan instantáneamente los tipos de cambio.
Obviamente, el esquema descripto en la vida real no es tan simple. Pero sirve para entender los aspectos fundamentales del mercado cambiario.
Una depreciación de la moneda de EE.UU, importantísimo productor y exportador de commodities agrícolas, genera un aumento del poder de compra de sus demandantes del exterior, por lo que tiende a aumentar su precio en dólares. Y viceversa.
Por lo tanto, la percepción de que por un buen tiempo no habrá suba de tasa de interés contribuye a debilitar el valor del dólar en relación a las principales divisas del mundo. O por lo menos, a estabilizarlo en el nivel actual.
Así las cosas, los valores de los granos tienen un cierto soporte proveniente de la paridad del dólar, que no existía cuando el mundo esperaba que la tendencia al fortalecimiento del dólar siguiera.
Afecta, también, el nivel de los precios de los granos, los datos recientes del USDA. Allí se prevé que la siembra de maíz en EE.UU. llegaría a casi 38 millones de hectáreas, en desmedro de la correspondiente a la soja. Tal número revela un aumento de cerca de 1,5 millones de hectáreas respecto a lo estimado por los analistas.
A su vez, se calcula que el área de soja para la nueva campaña en Argentina descenderá visiblemente.
Ambas reducciones en el área de siembra favorecen los valores de la soja.
Finalmente, hay que recordar los problemas logísticos de Brasil y los que empiezan a verificarse en la Argentina. Ambos elementos promueven una suave tonificación de los valores.
A ello, se suman las condiciones climáticas de lluvias más que abundantes. Acá emerge un componente de presión a la suba de los precios agrícolas, al menos en el mercado doméstico.
Seguramente, así el cuadro, en estos días el precio de la soja puede ubicarse en el nivel del FAS teórico oficial que gira en torno a 3180 pesos, aproximadamente. O que, quizás, llegue a superarlo brevemente.
Las precipitaciones por arriba de 100 mm en tan sólo tres o cuatro días afectan el Centro-Este de Entre Ríos, gran parte del Núcleo Norte y Núcleo Sur y sectores del Norte de La Pampa y Oeste y Sudoeste de Buenos Aires. Se registran pérdidas por falta de piso en muchas zonas de Entre Ríos, como así también mermas de rinde por desgrane del cultivo.
Acentúan las perspectivas de menores rindes, el pronóstico de fuertes lluvias durante los próximos tres días sobre el norte y centro-este de la región agrícola.