La última sesión del Simposio Holstein analizó las perspectivas del negocio, y de la mano de reconocidos especialistas se debatió si la actividad tiene chance de recuperación (Jaime Castañeda), también se abordó la visión ecológica (Guido Simón), se analizó a las personas como sustento del futuro del negocio (Fernando Preumayer), se habló del traspaso generacional como un camino de dos vías (Paula Molinari) e incluso hasta se abordó a la leche como parte de una dieta completa (Dr. Alberto Cormillot)
Sesión V
Tambos simples
¿Cuál es el futuro del negocio lechero? fue el título de la última sesión del Simposio que se dio en el marco de la 14º Conferencia Mundial Holstein que se realizó en La Rural, predio ferial de Buenos Aires los días jueves 31 de marzo y viernes 1 de abril, en el cual expertos internacionales hicieron propuestas para mantener la actividad a pesar del mal momento que pasan los tamberos de todo el mundo.
El panel estuvo coordinado por Marcelo Grether de la Asociación de Criadores de Holando Argentino (ACHA) y arrancó con el veterinario chileno Mario Olivares González, quien determinó que “los momentos de crisis de los tambos coinciden siempre con una sobreoferta de leche en el mercado, mientras que siempre que los mejores precios para el tambero se den cuando hay equilibrio entre oferta y demanda”.
A su turno, el argentino Javier Baudracco, de la Universidad del Litoral, describió cómo, a pesar de los momentos de crisis, hay sistemas productivos que se mantienen a flote. “El tema pasa por simplificar”, dijo. Y dejó algunos consejos tales como aumentar el pastoreo, cambiar el mixer por el autoconsumo o trabajar con un solo rodeo cuando el plantel es menor a los 400 animales.
La cuestión de mantener y conseguir personal para el tambo fue abordado por varios especialistas. Fernando Preumayer, de la Universidad Austral, recomendó a los dueños de los establecimientos incluir al tambero en las decisiones más sensibles y promover la capacitación de los empleados, así como la flexibilidad de horarios.
Co un Máster en Administración de Empresas, Paula Molinari, de la Universidad Torcuato Di Tella, puntualizó en las características de la generación Y (o del milenio). “Son los menores de 35 años que se criaron en la era de la informática, jóvenes que no están dispuestos a soportar un trabajo poco interesante y rutinario, sino que son aquellos que desean tener tiempo para disfrutar, por lo que están dispuestos a renunciar a algo que puede presentarse como sacrificado”, describió Molinari.
Finalmente, el alemán Guido Simón, miembro del Consorcio Oficial de Jurados de Holstein en Europa, describió el buen presente de la lechería orgánica en Europa, donde “cerca de 20% de los tambos trabajan con conceptos tales como no fertilizar o no usar herbicidas y, a pesar de que se trata de una producción que tiene otros costos, reciben precios altos por la leche”. Asimismo, Simón graficó que mientras hace más de un año que la leche sigue con precios en caída, la orgánica se mantuvo con valores estables.
El tambero produce el alimento más sabio de la naturaleza
El reconocido médico Alberto Cormillot realizó una contundente defensa de la leche. “Es el mejor alimento del mundo; si no existiera habría que inventarla. Pero sería muy difícil inventar algo como la leche”.
Cormillot participó en el cierre del Simposio Holstein que se desarrolló los días 31 de marzo y 1 de abril La Rural, predio ferial de Buenos Aires, del que participaron visitantes de 35 países y asistieron 500 productores argentinos.
El famoso doctor de la televisión confesó que bebe leche desde toda la vida y, a poco de cumplir 78 años, cerró su participación bailando tap, cual Fred Astaire, despertando la admiración de la sala de conferencias.
“La leche es un alimento extremadamente saludable. El hombre que ordeña
produce algo que va a fortalecer y ayudar a crecer a los chicos”. Afirmó además
“basado en trabajos científicos” que el producto de la vaca previene muchas
enfermedades, entre las principales: artritis, alzhéimer y cáncer de colon.
Cormillot también aseguró que la leche no pierde propiedades durante la
industrialización. “Cuando uno la descrema, le saca la parte de la grasa, pero
la leche ahora viene enriquecida y con eso reemplaza todas las proteínas que
tiene originalmente. La leche ideal es la descremada y enriquecida”, agregó.
Por el contrario, el doctor aseveró que “todo lo que se dice en contra no es cierto”. Para Cormillot, la leche “tiene mala prensa porque hay intereses creados y por la ingenuidad de la gente que desarrolla creencias o busca una causa, como busca ser hincha de un equipo de futbol”.
Sin embargo, Cormillot recomendó a los productores y a la industria láctea que “no hay que salir a defenderla contra la gente que la critica. Hay que tomar la experiencia de las grandes firmas de gaseosas que no responden a las críticas, sino que comunican que son muy buenas y apelan a la emoción. Tienen buen marketing”.