En medio de la creciente inquietud de los productores por un incremento
notorio en la presión del picudo grande en campos de soja en los alrededores de
Reconquista (Santa Fe), la empresa Bayer organizó una serie de reuniones a campo
para intercambiar experiencias y ofrecer alternativas de manejo para la plaga.
El picudo grande fue detectado en Tartagal, en la provincia de Salta, hace alrededor de veinticinco años y desde entonces ha sido un tema a resolver por el productor de soja.
"Hasta hoy la aparición del llamado picudo grande se había limitado a las
provincias de Salta y Tucumán. Llegamos hasta aquí (Reconquista, Santa Fe) para
analizar, junto a los productores, cuál es la real envergadura de este problema,
conocer mejor cómo se comporta la plaga y prepararnos de la mejor manera para la
próxima campaña", señaló Roberto García, responsable de marketing regional de la
compañía.
Según señalaron en la empresa, cuando el cultivo se encuentra en estado de plántula el daño consiste en el rasgado y consiguiente deshidratado del peciolo y/o tallo principal, donde en numerosos casos ocasiona la muerte de la planta.
Para tener en cuenta, un solo individuo puede producir la muerte de varias
plantas por día.
La hembra adulta coloca huevos en el tallo principal, de donde nace una larva que formará posteriormente una especie de agalla o nudo en el cual se originan raíces adventicias.
Ataque
De esta forma, el tallo queda muy debilitado y las plantas pueden quebrarse por acción del viento o de elementos mecánicos, según explicó García.
Durante las reuniones a campo, el representante de la firma se refirió también al paquete de soluciones que ofrece la empresa para combatir esta plaga.
En esta línea, pensando en la próxima campaña indicó: "El monitoreo temprano del lote es fundamental y hay que hacerlo siguiendo los surcos donde estaban las plantas, idealmente en abril o mayo".
Para la empresa, el plan de manejo efectivo de esta plaga empieza por la rotación de cultivo como primera opción si el lote tuvo presión alta.
En el caso de que la rotación no estuviera prevista para la próxima campaña la opción entonces sería aplicar un curasemillas insecticidas.
En el caso de esta compañía, el producto que ofrece se llama Regent ET, formulado a base de ethiprole más fipronil.
"Como complemento del curasemillas ofrecemos dos productos de aplicación foliar, que son Solomon y Clap. Además de rotar cultivos, es muy importante también rotar ingredientes activos y modos de acción para que el manejo sea sustentable", opinó García.