Un incidente durante la apertura de un local de la agrupación Nuevo Encuentro generó estupor en el barrio porteño de Villa Crespo y un fuerte repudio de dirigentes políticos que condenaron la violencia. El movimiento, liderado por el ex titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Martín Sabbatella, denunció que minutos antes de la medianoche del sábado, mientras unas 300 personas participaban del evento, una persona atacó a tiros a la militancia desde uno de los edificios al frente del local, ubicado en Padilla al 800. Dos mujeres resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital Durand. Están fuera de peligro.

En diálogo con LA NACION, la dirigente de Nuevo Encuentro Gabriela Cerruti adujo el ataque "al clima general que hay" en el país. "Si no hay un muerto hoy fue por falta de puntería, no por falta de intención. Si habilitás desde el Estado un discurso para generar la idea de terminar con la militancia siempre va a haber un loco suelto que crea que tiene la orden de hacerlo. Estamos preocupadísimos", señaló.

El incidente provocó una fuerte condena en redes sociales de numerosos dirigentes de distitnos partidos políticos. "Los hechos ocurridos en Villa Crespo y Mar del Plata [por una ataque similar que sufrió un local de La Cámpora horas antes] no tienen lugar en nuestra democracia", escribió en su cuenta de Twitter la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner.

También en la red social, Sabbatella reclamó al presidente Mauricio Macri que "condene enérgicamente este brutal acto de violencia". El líder de la agrupación será recibido hoy por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

En tanto, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tuiteó: "Son hechos que no pueden ocurrir y no tienen que quedar en la nada. Estamos a disposición de las dos mujeres heridas y de Nuevo Encuentro".

Por su parte, el bloque del Frente Para la Victoria (FPV) en la cámara de Diputados convocó "a la reflexión a los dirigentes políticos que hablaron de unir y pacificar a los argentinos, pero que desde su llegada al poder han instalado un clima de revancha".