En una jugada de fuerte impacto político y económico, el Gobierno mejoró ayer su oferta para elevar el salario inicial docente, que marca el piso a partir del que deben negociar las provincias, y quedó al borde de un acuerdo con los gremios del sector.

El ministro de Educación, Esteban Bullrich propuso llevar el salario inicial de 6060 a 7800 pesos a partir de este mes y a 8500 pesos desde el 1 de julio. La propuesta supera en tres puntos la que la Casa Rosada había hecho anteayer en el primer cara a cara con los mestros (28,7%) y se acerca a la demanda de los gremios.

En el primer tramo, la suba ofrecida se compone de $7500 de salario y $310 de aumento al Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que cobran todos los maestros del país y que hoy asciende a 510 pesos no remunerativos (una suba de 28,7%) Con el mismo esquema, el aumento para la segunda parte del año constará de $500 de salrio y otros $200 vía Fonid.

Los gremios interpretaron que la suma de ambos tramos completa un alza de 40%, una cifra que el Gobierno no reconoce ya que considera que se trata del salario inicial y su impacto en la masa salarial estará entre el 25 y el 33%, dependiendo de cada provincia.

"No estamos subiendo el salario de los docentes un 40 por ciento, sino elevando el piso salarial para todo el país. El gobierno nacional está haciendo un esfuerzo muy grande para compensar a los docentes que, en su mayoría, no se beneficiarán con los cambios en Ganancias", destacó Bullrich en diálogo con LA NACION.

Para su cálculo, el ministro consideró la parte remunerativa de la oferta y no los $510 pesos del Fonid. Los gremios, en cambio, contemplaron en su cuenta ambos componentes del salario.

Los cinco sindicatos docentes que participan de la paritaria nacional (Ctera, UDA, Sadop, Amet y CEA) aclararon ayer que la oferta del Gobierno aun no fue aceptada y que deberá ser sometida al debate con las bases. Su aceptación dependerá del veredicto de las asambleas de los gremios, previstas para la semana próxima.

La propuesta del Gobierno incluye un mecanismo automático para que el salario incial docente no vuelva a quedar por debajo del salario mínimo vital y móvil y esté siempre un 20 por ciento más arriba que ese salario de referencia.

Otra arista de la propuesta oficial que podría sentar un precedente para otros gremios es la posibilidad de que la paritaria quede abierta para que los gremios puedan revisarla a partir de cómo evolucione la inflación.

"Vamos a trabajar en el monitoreo permanente del salario para asegurarnos de que no pierda poder adquisitivo frente a los precios", destacó ante LA NACION el secretario general de UDA, Sergio Romero.

Sonia Alesso, de Ctera, por su parte, admitió que la propuesta de Educación "está muy cerca" de lo que venían plantendo los gremios, celebró la "cláusula de revisión" de la paritaria y pidió que "se avance" en la negociación que llevan adelante (o no todavía) las provincias.

También Eduardo López, de UTE, reconoció que el ofrecimiento de la Casa Rosada cayó bien entre los gremios. "Se acerca a la realidad del supermercado", dijo a la salida del encuentro en el Palacio Sarmiento, donde funciona el Ministerio de Educación.

Impacto

La suba que finalmente surja de la paritaria nacional no sólo impactará en las provincias cuyos salarios iniciales para los docentes están en $6060, y que ya reciben asistencia del gobierno nacional para poder pagarlos.

En esa lista están Corrientes, Jujuy, Misiones, Formosa, San Juan, La Rioja y Santiago del Estero. También requerirán ayuda de la Casa Rosada los distritos que estén por encima de $6060 pero que queden lejos del nuevo piso.

El porcentaje de suba que acuerden los maestros también podría proyectarse sobre otros gremios, sobre todo, aquellos en los que el Estado actúa como empleador o cumple un rol de peso a través de los subsidios.

En el corto plazo, el resultado de la negociacion docente podría impulsar la demanda de los estatales bonaerenses, por ejemplo, que ayer rechazaron una primera oferta del gobierno de María Eugenia Vidal. Los gremios del transporte también creen que la de los docentes podría convertirse enla nueva paritaria testigo.

En cambio, según pudo averiguar LA NACION, entre los gremios del sector privado que pactarán salarios en las próximas semanas seguía reinando la cautela y la expectativa respecto de las medidas que esperan del Gobierno.