Los aumentos de las tarifas eléctricas y del gas, el alza de hasta 30 por ciento en los pasajes aéreos, las reducciones de puestos de trabajo que se producen en el Estado y en el sector privado y los incrementos de los precios en los supermercados de los últimos días son para el presidente Mauricio Macri parte de la herencia que le dejó el kirchnerismo.

"Nuestro foco está en el futuro, pero para ello hay que atravesar por esta situación, que implica tomar algunas decisiones difíciles pero imprescindibles", admitió Macri durante uno de sus tantos encuentros con empresarios. La proyección que hace el entorno presidencial es que, después de estos ajustes, la economía volvería a dar signos de crecimiento a partir de junio próximo.

El objetivo, dicen, pasa por cuidar los puestos de trabajo existentes, crear nuevos y defender el salario real, además de incentivar la llegada de inversiones internacionales.

Para ello, el Gobierno avanza sobre varias medidas que se anunciarán en los próximos días. Una que confirman en la Casa Rosada es el renacimiento de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, ya no exclusivamente para analizar fusiones y adquisiciones entre empresas, sino también para velar por los intereses de los consumidores en aquellos mercados en los que hay posiciones monopólicas, oligopólicas o directamente abusos por parte de algunos de los jugadores.

En este sentido, la mayor preocupación del Gobierno es lo que pueda suceder con los precios en estos meses de transición. Si bien el Presidente está convencido de que el aumento de precios es muy desparejo, aseguran en la Casa Rosada que los valores se irán acomodando en la medida que la "aspiradora" de pesos del Banco Central ponga freno a la espiral inflacionaria.

También de la mano de una ola de inversiones que estiman se materializará en los próximos meses, a partir de los anuncios que día a día recibe en su despacho y que van por los rubros más diversos: desde una incipiente producción de alcohol en base a la destilación de maíz hasta los desembolsos de miles de millones de dólares en energía que le anticipan grandes jugadores internacionales.

"Los organismos multilaterales también están deseosos de prestar dinero a la Argentina y el mundo nos ve como la gran apuesta de América del Sur", le comentó el Presidente a un directivo empresarial, aún contagiado por el clima que dice haber palpado durante su paso por el Foro de Davos, aunque dejó en claro que situaciones como la que vive Brasil tienen un doble impacto en el mercado local.

Por un lado implican una violenta caída de las exportaciones argentinas hacia eses destino, y por otro, la crisis en el país que preside Dilma Rousseff fortalece a la Argentina como imán que atraiga futuras inversiones.

El aumento de precios lo preocupa pero no lo desvela. "Estamos convencidos de nuestra meta de inflación del 20 al 25 por ciento anual", le escucharon decir en su despacho. De hecho, suele citar al rubro de la carne como uno de los que finalmente bajó los precios, aunque con demasiada demora respecto de la reducción que se dio en los valores del ganado en pie.

El ministro de Producción, Francisco Cabrera, será otro de los protagonistas durante los próximos días. De hecho, ya le presentó a Macri el plan de gobierno con el que asegura que se pondrá fin a la burocracia para que los emprendedores o quienes llevan adelante sus propias empresas.

La aspiración del Presidente es que el plan contribuya a acelerar los plazos de creación de empresas y a generar más rápidamente puestos de trabajo en el sector privado, ahora que el Gobierno está empeñado en un recorte importante en el cuantioso empleo improductivo que se creó durante los últimos años del kirchnerismo.

"Iniciamos el camino de la productividad, un concepto que había sido olvidado en la Argentina por el kirchnerismo y en el que claramente hay que trabajar para ser competitivos a nivel mundial", comentaron en la casa que hasta diciembre del año pasado habitó Cristina Kirchner.

"No habrá situaciones extremas. Tenemos confianza porque nuestro objetivo pasa por preservar el empleo, crear nuevos puestos y mantener los niveles del salario real reduciendo la inflación", se entusiasmaron en el círculo íntimo del Presidente ante la pregunta sobre cuándo terminará la etapa del ajuste.

En ese sentido, la aspiración presidencial pasa por combinar los cambios en el impuesto a las ganancias (con el aumento del mínimo no imponible y los ajustes en las escalas salariales gravadas por el tributo) y la reducción del IVA (probablemente a la mitad) para los productos de la canasta básica, con aumentos salariales en torno del 25% en las negociaciones paritarias que ya se están iniciando. Algo que Macri ya le anticipó al líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, en el último encuentro que mantuvieron en la quinta de Olivos la semana pasada.

Si bien admiten que la suma de medidas que está tomando el Gobierno puede enfriar la economía, están convencidos de que en junio será el momento en el que se volverá a crecer. "Confío en la capacidad emprendedora de nuestro país, y si bien estamos buscando el equilibrio, todo indica que el camino estará listo", admitió el Presidente a un ejecutivo en los últimos días.

La flotación del dólar, que sigue ganando terreno frente al peso, es algo que no lo desvela. "Incluso el oficial está más alto que el blue", se lo escuchó confiado en la estrategia que el dueto de Alfonso Prat-Gay en Hacienda y Federico Sturzenegger en el Banco Central están llevando adelante. También señaló que Luis Caputo, secretario de Finanzas, y Mario Quintana, vicejefe del gabinete económico, tienen mucha autonomía para sentarse a negociar con los holdouts. "La situación es compleja porque los fondos ahora saben que existe vocación de cerrar ese capítulo, pero no a cualquier precio", admite una fuente muy cercana al Presidente, para quien la "revolución agroindustrial" ya comenzó. En ese marco presentará también en los próximos días avances en los proyectos de infraestructura con los que aspira a aumentar los niveles de empleo y también las condiciones de competitividad del país.

Respecto de Aerolíneas Argentinas, que aumentará sus tarifas 13,7% en promedio, el objetivo es integrarla dentro de un ambicioso proyecto con foco en el turismo, sector para el que también esperan inversiones. De hecho, confirman que Matteo Renzi, primer ministro italiano, visitará el país en los próximos días. Por último hay un concepto que Macri repite a todos quienes lo visitan: "Ya sin las historias de corrupción del kirchnerismo y con mayor previsibilidad, habrá menos historias para escribir en nuestro país", se esperanza.