El girasol alto oleico dejó de ser oficialmente una "especialidad agrícola" ya que en 2015 las exportaciones argentinas de ese producto medidas en divisas superaron por primera vez en la historia a las del aceite convencional.
Según consignó el sitio Valor Soja, "el año pasado se declararon ventas externas argentinas de 188.337 toneladas de aceite de girasol alto oleico en bruto por un valor FOB de 179,9 millones de dólares, mientras que de aceite de girasol convencional se registraron 195,761 toneladas por 156,1 millones de dólares".
En 2014 el aceite convencional y alto oleico había generado el 51,2% y 48,8% de las divisas respectivamente, pero esa relación en 2015 fue de 46,5% y 53,5 por ciento.
Así "en el presente escenario los precios orientativos informados por la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca deberían comenzar a diferenciar al girasol convencional del alto oleico. Lo mismo debería suceder con el FAS Teórico calculado por el Ministerio de Agroindustria", sostuvo el informe.
En el último mes, el valor FOB de las exportaciones argentinas de aceite de girasol alto oleico se ubicó en un rango de u$s 830 a u$s 1076 la tonelada, mientras que las de aceite de girasol convencional fueron de u$s 750 a u$s 882 la tonelada.
El aceite de girasol alto oleico se emplea para elaborar alimentos industriales libres de grasas trans, y por lo tanto reemplaza a los aceites hidrogenados los cuales, si bien son más baratos, producen efectos perjudiciales para la salud.
El Código Alimentario Argentino (CAA) define al aceite de girasol alto oleico como aquél "cuyo contenido de ácido oleico es igual o mayor al 75% sobre el total de ácidos grasos.
Hasta el momento se llevan cosechadas más de 122.000 hectáreas de girasol en el NEA, con un rinde promedio de 1950 kilos por hectárea, además de 46.900 hectáreas con un rinde medio de 1760 kilos por hectárea en el centro-norte de Santa Fe, según reportó el último informe semanal de evolución de cultivos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Mientras tanto, la producción argentina de girasol volvería a retroceder esta campaña y apenas llegaría a las 2,3 millones de toneladas, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Esto representa un 8% menos que la campaña pasada (2,5 millones de toneladas) y la mitad de lo que se producía hace 8 años, cuando se levantaba una cosecha de 4,6 millones de toneladas (2007/8), de acuerdo a las estadísticas del Sistema Integrado de Información Agropecuaria (SIIA) del Ministerio de Agroindustria.
En los últimos días la falta de precipitaciones permitió el avance de las cosechadoras en el NEA y en el centro norte de Santa Fe y Córdoba. "Se logró recolectar más de 170.000 hectáreas de girasol, con un rinde medio nacional que ascendió a 18,8 quintales por hectárea, lo que permitió acumular un volumen de 320.000 toneladas", precisó la Bolsa porteña.