Tal como lo sugiere su nombre, que deriva del “Nacimiento de El Niño Jesús”, el episodio de “El Niño 2015/2016” alcanzó su máximo durante la semana de Navidad.

Si bien inicialmente se supuso que, por ser un episodio temprano, la disipación de “el Niño” sería igualmente temprana, es de temer que su accionar se extienda hasta mediados del invierno próximo. Por esta causa, recién hacia fines del invierno, desaparecerá totalmente su influencia, dando paso a una nueva fase climática.

Esto no es un rasgo particular del presente episodio, sino que se dio en la mayoría de los episodios intensos ocurridos en el pasado, tal como se observó en las temporadas 1982/83 y 1997/98, en las cuales se presentaron fuertes crecidas de los grandes ríos hacia el final del otoño y el inicio del invierno.

Precipitaciones observadas durante el último trimestre

Según es normal en “El Niño”, Ecuador, Colombia y el sur de Venezuela observaron lluvias intensas, pero desparejas, con algunos focos de valores excesivos y otros con registros por debajo de lo normal.

El centro y el nordeste del Brasil, Bolivia, el NOA, Cuyo, el extremo oeste de la Región Pampeana, el norte de la Patagonia y el norte y el centro del Brasil observaron precipitaciones inferiores a lo normal.

Inundaciones en la cuenca del salado

A más de cuatro meses de ocurridas las precipitaciones que causaron anegamientos en la Provincia de Buenos Aires, las imágenes difundidas recientemente por el Servicio Meteorológico Nacional Argentino continúan mostrando la persistencia de los efectos de ese intenso fenómeno.

Estado de la cuenca del Plata

El área más afectada hasta el momento es la Cuenca del Río Uruguay, en la que se han producido situaciones de alerta y evacuación, tanto en territorio argentino como uruguayo.

Por su parte, el curso del Paraná se encuentra con caudales superiores a lo normal, con situaciones de evacuación en varias ciudades ribereñas, si bien su gravedad es inferior a la observada en el Río Uruguay.

Asimismo, las zonas bajas de varias provincias litoraleñas han sufrido extensos anegamientos a causa de la acción combinada de la crecida de los ríos y arroyos y de las fuertes lluvias localizadas.

Verano 2016

El verano 2016 observará un lento debilitamiento de “El Niño”, que conservará un elevado vigor a lo largo de toda la estación. Si bien al inicio de la temporada se supuso que, por ser un episodio temprano, su disipación sería igualmente temprana, es de temer que su accionar se extienda durante todo el verano, llegando hasta mediados del invierno próximo, y completando su disipación recién hacia el final de esa estación.

Cuyo y gran parte del oeste y el sur de la Región Pampeana observarán precipitaciones moderadas a abundantes, aunque con riesgo de tormentas severas. Sólo el norte y el centro del área agrícola chilena, el oeste de Bolivia, el oeste del NOA, el extremo oeste Cuyo y algunas zonas de la Región Pampeana registrarán precipitaciones moderadas a escasas.

La actividad meteorológica será muy discontinua. Se producirán rachas de tormentas, que se alternarán con lapsos de bloqueo de la circulación, durante los cuales los frentes de tormenta no lograrán pasar, dando lugar a condiciones de tiempo extremadamente caluroso y seco.

Otoño 2016

El otoño 2016 mostrará una gradual disminución de los efectos de “El Niño”, en la mayor parte del área agrícola, salvo en el este del Paraguay, el Nordeste Argentino, el sur el Brasil y el norte del Uruguay, que continuarán mostrando una actividad superior a lo normal. Los vientos del trópico disminuirán su intensidad y se retirarán gradualmente hacia el norte, mientras que los vientos del sur incrementarán su fuerza y avanzarán hacia el trópico.

Las precipitaciones se concentrarán sobre el centro y el este de Bolivia, el Paraguay, el este del NOA, la Región del Chaco, la Mesopotamia, el nordeste de la Región Pampeana, el Uruguay y el noroeste y el sur del Brasil. Un foco de gran actividad continuará actuando sobre el este del Paraguay, Misiones y el sur del Brasil, manteniendo el riesgo de crecientes sobre los ríos Paraná y el Uruguay.

Invierno 2016

El invierno 2016 continuará mostrando una gradual disminución de los efectos de “El Niño”, en la mayor parte del área agrícola, a la vez que se notará un correlativo fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que cruzarán la Cordillera de los Andes, produciendo vigorosas tormentas, y extenderán su acción hacia las áreas agrícolas de los países limítrofes. Este proceso producirá en escenario climático con notables contrastes.

El centro del área agrícola brasileña, el este del área agrícola boliviana, el oeste del Paraguay, el este del NOA, el oeste de la Región del Chaco, el este de la Región Pampeana registrarán precipitaciones abundantes.

Conclusiones

El escenario climático se encuentra dominado por un episodio de “El Niño” vigoroso y persistente, cuyo accionar se extenderá hasta mediados del invierno próximo. Adicionalmente, la Corriente Cálida del Brasil calienta el Litoral Atlántico Sudamericano, potenciando la intensidad de “El Niño”.

Por lo tanto, cabe reiterar que, si bien el presente episodio igualará el vigor de los más intensos observados hasta el momento, es poco probable que se convierta en la catástrofe climática del siglo, como difundieron muchos medios en el inicio de su desarrollo.

El riesgo de inundaciones en la Cuenca del Río Salado de la Pcia de Buenos Aires parece haberse reducido, aunque su ocurrencia no puede descartarse totalmente, debido a la posibilidad de fuerte lluvias hacia el final del verano y el inicio del otoño.