Desde el año pasado, la región sudamericana ha sufrido la baja de los precios de las materias primas como es el caso de los granos o del petróleo. Y con la baja, se empieza a notar un cambio en el poder de los países de la región. Del populismo al pragmatismo. Del abandono de los dogmas a la práctica racional.
Así, después de muchos años de mayoría chavista, Venezuela a partir del domingo pasado, ha pasado a conformar un poder legislativo de tinte opositor al gobierno de Maduro.
La derrota en Venezuela se produce en medio de la abrupta caída del precio del petróleo. Hoy, está en el mínimo de los últimos 7 años (34 dólares). Cuando Chávez presidente, el valor llegó a 130 dólares.
En otra parte de la región, en la Argentina, pasa algo similar.
Macri ha logrado terminar con 12 años de poder del matrimonio Kirchner, luego de que el país debiera afrontar una acentuada baja en los precios de los granos y los subproductos. Y así el combustible de la máquina populista se acabó.
De esta forma, el gobierno que asume mañana 10 de diciembre ingresa en una etapa de racionalidad y pragmatismo, fundamentada en la certeza de que el agro puede aportar una gran masa de divisas y alentar una fuerte aceleración en el desarrollo nacional. Sólo es cuestión de destrabar sus brazos.
El gobierno está decidido a eliminar los derechos de exportación sobre el trigo, el girasol y el maíz. Además beneficiaría la carne y a los productos de las economías regionales. También, reducirá las tasas del complejo sojero en 5 puntos.
Para hacerlo recurriría a un decreto de necesidad y urgencia (DNU). No se sabe aun cuando ocurriría ello. Pero se estima que a la brevedad, dadas las reiteradas promesas al respecto.
Vale recordar que el gobierno de Cristina Fernández perdió las facultades delegadas del Congreso por la cuales podía disponer las alícuotas de los derechos de exportación, aunque es justo decir que pese a ello cambió discrecionalmente las del biodiesel.
Por un decreto del año 2009, un 30% del importe recaudado en concepto de derecho de exportación de la soja debe destinarse a las provincias a fin de concretar obras públicas.
Se estima que para la presente campaña (2015/16) la recaudación por estos derechos llegarían casi 7 mil millones de dólares.
Como cerca del 85% de este monto proviene del complejo sojero, la eliminación de tales derechos no afectaría sustancialmente la recaudación total por granos y subproductos. Muy a grandes rasgos, la baja en la recaudación podría alcanzar la suma total de 1.800 millones de dólares.
Pero tal reducción vendrá acompañada de un nuevo horizonte productivo. Más producción, más diversidad en cultivos (con mayor rotación en la siembras) y más industria.
Con este nuevo cuadro, la superficie destinada a maíz de segunda o tardía, en esta campaña, se incrementará visiblemente. No debería extrañar que aumente alrededor de 500 mil hectáreas respecto a lo previsto al inicio del ciclo, sobre todo ahora que ha habido fallas de emergencia en la soja de primera.
Al mismo tiempo, el gobierno deberá tender a la unificación del tipo de cambio y la eliminación del cepo cambiario.
La renuncia del presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli que se habría producido hoy viene a facilitar la tal unificación y supresión del cepo.
Vanoli estuvo al frente de la entidad durante un año y dos meses.
Seguramente, el nuevo régimen para el cambio y el comercio exterior se efectivice en distintas etapas, no de una vez. Probablemente, el mercado cambiario adquiera una pronta normalización en lo que respecta a flujos de comercio exterior y de capital. Pero en una etapa posterior, se regularizarían las operaciones pendientes, es decir en lo que respecta a dividendos e importaciones anteriores.
El ritmo para normalizar el plano financiero dependerá del Banco Central en cuanto a su posibilidad de incrementar las reservas.
Así, se espera que, al anular las trabas al comercio exterior para exportaciones agropecuarias, para operaciones de admisión temporaria y otras, se logre facilitar el ingreso de divisas. Las negociaciones frente a los hold outs son cruciales para acceder a nuevas fuentes de financiación.
Vienen días difíciles, pero alentadores… Y la agricultura tiene un rol decisivo.