El radical Ricardo Buryaile, designado ministro de Agricultura del próximo gobierno de Mauricio Macri, garantizó el fin de las retenciones para los cereales, las economías regionales, la disminución gradual de esa alícuota para la soja, y beneficios para los productores alejados de los puertos, a la vez que puntualizó que con los estímulos correctos el campo estaría hoy en condiciones de producir 50% más y superar las 150 millones de toneladas.

El nombrado funcionario ultimaba los detalles para la conformación de su gabinete, en el cual ya están designados Mario Negri como secretario de Agricultura y Guillermo Bernaudo como jefe de Gabinete. Ayer trascendió que Jorge Dillon, actual subsecretario de Ganadería quedaría como presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

En declaraciones radiales, Buryaile enfatizó que el equipo que comandará no es improvisado, sino que viene trabajando hace tiempo y que se buscará darle "previsibilidad" a los productores a través de medidas gubernamentales y estimó que esto se logrará a través de un control de la inflación y la imposición de reglas claras en materia tributaria.

También calculó en unos u$s 4500 millones la tenencia de soja guardada en silobolsa o en poder de los exportadores, y confió en que una vez adoptadas las medidas prometidas, serán liquidadas.

La designación de Buryaile fue celebrada por el sector, que ya antes del triunfo de Mauricio Macri en el ballottage del domingo se esperanzaba en una etapa más proclive a las necesidades del sector.

En ese contexto, varios analistas dan cuenta de una posible alza en las áreas destinadas a la siembra de los cultivos de verano (soja, maíz y girasol, principalmente) ante el cambio presidencial.

Al respecto, si bien la campaña de trigo ya está en marcha, con un 20% del área que se sembró en el invierno ya cosechada, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires consideró que ante los buenos rendimientos que se vienen registrando, si la tendencia continúa en las próximas semanas, puede incrementar su estimación de producción triguera 2015/16, que hasta el momento la fijó en 9,5 millones de toneladas, casi 20% por debajo del ciclo previo.

Además, la entidad granaria porteña consideró factible aumentar sus perspectivas para el área total sembrada con soja en las próximas semanas. El mes pasado, antes de la primera vuelta electoral, la Bolsa de Cereales había calculado que la oleaginosa cubriría 19,8 millones de hectáreas, ante perspectivas de una mejora en los márgenes para la actividad en las provincias del norte.

"Durante los últimos siete días la intención de siembra (de soja) relevada en las provincias del norte ha mostrado una recuperación, que de concretarse una vez iniciada la ventana de siembra podría obligarnos a elevar nuestra actual proyección de superficie", dijo la Bolsa de Cereales.

En las provincias del norte, las perspectivas para la siembra gruesa eran negativas, dado que con los precios actuales, el tipo de cambio, las retenciones y el costo del flete, la producción iba a pérdida. Pero el coctel cambió con el triunfo de Macri, que además de la baja de retenciones y un dólar más elevado, se comprometió a compensar los fletes para las producciones más alejadas de los puertos.