No hay economía regional que no se haya ajustado el cinturón en los últimos
tiempos. Este año las exportaciones de arroz han caído a los niveles que tenían
hace 25 años. Hasta setiembre, según datos oficiales, se embarcaron 188.000
toneladas, casi 60% menos que las 446.000 toneladas registradas en los primeros
siete meses de 2014.
Esta situación es gravísima para el medio millar de productores que se
dedican al cultivo en el Litoral y que abastecen a una industria que genera unos
20.000 puestos de trabajo directos. Debido al retraso cambiario, una inflación
que eleva los costos productivos y una intensa presión fiscal, entre otros
problemas comunes a las economías regionales, las exportaciones del cereal son
apenas 30% de lo normal.
Eso genera un sobre-stock de arroz en el mercado doméstico, que habitualmente
absorbe solo 35% de la producción. En consecuencia se deprimen los precios
pagados al productor y bajan las perspectivas de siembra. Según la Bolsa de
Entre Ríos, el área sembrada caerá 11% para el nuevo ciclo.
Frente al desplome exportador, el presidente de la Cámara Industriales
Arroceras de Entre Ríos (CIAER), Federico Gadea, advirtió que también el sector
elaborador padece un achicamiento severo. A junio se habían industrializado
281.000 toneladas (base cascara), un 47% menos que el año pasado. El mayor
riesgo es que un elevado stock quede sin vender en 2015.
Hasta ahora, la Argentina exportó unas 60 mil toneladas a Irak, su mejor
cliente, y otras 90 mil toneladas repartidas entre Brasil, Chile y Cuba. Su
falta de competitividad es tan evidente que viene perdiendo terreno en el
mercado brasileño a manos de Paraguay. Según el sitio especializado Ruta del
Arroz, históricamente el 35% del arroz que importaba Brasil era de origen
argentino. Ahora solo el 15%.
Mientras esperan correcciones de fondo, el sector exige que el gobierno active una serie de medidas urgentes. Un salvavidas, aseguran los productores, es que se activen las ventas de 90.000 toneladas de arroz con cáscara acordadas oficialmente entre Argentina y Venezuela. Esta vía de negocios está detenida sin explicación desde 2014.