Los precios de la soja cayeron ayer en la Bolsa de Chicago y completaron la cuarta semana consecutiva con saldo negativo. Entre los fundamentos bajistas que mantienen el valor de la oleaginosa en el nivel más bajo desde el último trimestre de 2008 se destacan la abundante oferta global; el rápido avance de la siembra brasileña en los últimos días, y la fortaleza del dólar, que le resta competitividad a las exportaciones de los Estados Unidos.

Al cierre de los negocios, las pizarras mostraron quitas de 2,85 dólares sobre los contratos enero y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 314,25 y de 314,62 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones resignaron un 1,38 y un 1,52% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 318,66 y de 319,49 dólares por tonelada.

El punto de inflexión del segmento comercial para los precios de la soja fue el informe de oferta y demanda de granos publicado el martes por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), dado que allí el organismo proyectó un volumen récord para la cosecha de soja estadounidense, de 108,35 millones de toneladas, y sorprendió a los operadores, que esperaban 106,55 millones.

En Brasil, ayer el Instituto Mato Grossense de Economía Agropecuaria informó que tras avanzar 23 puntos porcentuales durante la semana, la siembra de soja en el Estado de Mato Grosso (es el mayor productor de la oleaginosa) progresó sobre el 83,70% de los 9,2 millones de hectáreas previstos y quedó en un nivel similar al vigente a igual fecha de 2014. Además, en el nivel país, la consultora AgRural relevó el avance de la implantación brasileña sobre el 60% de la superficie, por encima del 47% vigente el viernes pasado, pero por debajo del 71% promedio de los últimos cinco años.

Cabe recordar que el martes, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil, elevó el rango previsto para la cosecha de soja 2015/2016, de 100,07/101,91 a 101,17/102,83 millones de toneladas. Ese mismo día, el USDA mantuvo sin cambios, en 100 millones, su cálculo para la producción brasileña.

La debilidad del petróleo, que en la semana cayó un 8,02% al pasar de 44,29 a 40,74 dólares por barril, y la fortaleza del dólar frente al euro y al real, completaron la lista de fundamentos bajistas para las cotizaciones de la soja. Estos fundamentos tuvieron tal peso que eclipsaron el positivo informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses publicado por el USDA en el inicio de la rueda. En efecto, el organismo relevó ventas por 1.297.000 toneladas, por encima de las 655.600 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, de 600.000 a 1.000.000 toneladas.

Y como si los factores de influencia bajista para el corto/mediano plazo fueran pocos, la consultora estadounidense Informa Economics sumó ayer un fundamento negativo para el largo plazo, al proyectar en 34,55 millones de hectáreas la intención de siembra de soja 2016/2017 en los Estados Unidos, una cifra que quedó por encima de los 33,98 millones previstos por la firma anteriormente y de los 33,90 millones cubiertos en la campaña 2015/2016.

Un dato que marca la debilidad estructural de la soja es el cierre de ayer de la posición noviembre 2016 en Chicago: US$ 321,14 por tonelada, apenas un 1,8% por encima del ajuste del contrato noviembre 2015 -a punto de extinguirse-, de 315,40 dólares. Esa es hoy toda la expectativa de suba del mercado para el momento de entrada de la próxima cosecha estadounidense en el circuito comercial. Dicha mejora, vale tener presente, tiene como punto de comparación el valor más bajo de la oleaginosa de los últimos siete años.

Respecto del mercado doméstico, ayer las fábricas ofrecieron en forma abierta $ 2250 por tonelada de soja con entrega inmediata para las terminales del Gran Rosario, $ 50 menos que anteayer. Sólo los compradores más necesitados llegaron a convalidar hasta 2300 pesos. Como sucedió durante toda la semana, fueron mínimos los acuerdos alcanzados entre las partes.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones enero y mayo de la soja perdieron US$ 0,80 y 1, mientras que sus ajustes fueron de US$ 243,70 y de 221,70.

Acerca del maíz, los contratos diciembre y marzo en Chicago perdieron US$ 1,47 y 1,57 al cerrar con ajustes de US$ 141,04 y de 143,89 por tonelada. En el balance semanal, estas posiciones bajaron un 3,95 y un 4,26% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de US$ 146,84 y de 150,29.

En el nivel local, los exportadores ofrecieron $ 1350 por tonelada de maíz disponible para Bahía Blanca, $ 50 más que anteayer, y $ 1200 para la zona del Gran Rosario, sin cambios. Al igual que en el caso de la soja, la actividad fue prácticamente nula, con la mayor parte de los vendedores a la espera de las medidas prometidas por los aspirantes a presidente de la Nación (eliminación de retenciones y de ROE Verdes).

El maíz nuevo se cotizó a US$ 143 por tonelada en Bahía Blanca; a US$ 140 en Rosario, y a US$ 135 en Necochea, sin variantes. En el Matba, la posición abril subió US$ 0,10 y cerró con un ajuste de 142,90 dólares.

El trigo argentino con entrega en enero se negoció a US$ 150 en Rosario y en Bahía Blanca, sin cambios. En tanto que el cereal de calidad se mantuvo entre 160 y 165 dólares.