HANNOVER.- El medio millón de personas que recorrieron durante cinco días la
mayor muestra de maquinaria agrícola del mundo que se realizó esta semana en
esta ciudad alemana comprobaron que el agro hoy es una autopista de dos
velocidades.
Por el carril lento circulan los precios de los granos, las carnes y los lácteos. Por el rápido van las innovaciones tecnológicas que apuntan a bajar costos, aumentar la producción y cumplir con la legislación medioambiental. Estas mejoras tecnológicas ocuparon el centro de la atención en Agritechnica 2015, en Hannover, Alemania.
El carril lento trae problemas en las principales regiones agrícolas del
mundo. Según datos conocidos aquí, las ventas de tractores cayeron en Brasil un
30%, entre septiembre del año pasado y el mismo mes de 2014. En Estados Unidos,
las de cosechadoras bajaron un 40% en el mismo período. Es lo que ocurre cuando
la oferta de granos supera a la oferta. Sin embargo, la industria de maquinaria
sigue apostando a la mejora de la productividad porque la realidad del mercado
se puede revertir en poco tiempo.
"El 75% del presupuesto en innovación de las empresas se destina a mejorar la ingeniería de motores", explica Reynaldo Postachini, presidente de Claas Argentina.
Uno de los objetivos de empresas como Claas es optimizar el consumo de
combustible en tractores y cosechadoras, al mismo tiempo que mantienen la
potencia. La vara es alta porque progresivamente deben cumplir con la normativa
europea y norteamericana que ordena reducir las emisiones de gases en los
motores. Aquí Claas presentó equipos que cumplen con la norma Euro 4, que
reducen la contaminación.
Otra tendencia que se puede ver en Agritechnica es el mayor uso de la electrónica en la maquinaria. "El futuro de las máquinas va a la electrónica", dice Postachini. Incorporada en los componentes mecánicos permite a los equipos funcionar de manera más eficiente y aprovechar al máximo sus prestaciones. Esto, añade el industrial argentino, obliga a quienes las manejan a capacitarse aún más. En cierta forma, tienen una compensación. Otra característica de tractores y cosechadores que se exhibieron en la muestra es la comodidad de las cabinas. Los habitáculos insonorizados son un rasgo común de los nuevos equipos.
No es lo único que tiende a reducir el stress del que maneja una cosechadora. Claas, por ejemplo, presentó en su modelo Lexion un sistema por el cual avisa con alarmas, mediante sensores, si el equipo está a punto de trabarse por exceso de trabajo. Este desarrollo obtuvo una medalla plateada, con la que los organizadores de la muestra, la Sociedad Alemana de Agricultura (DLG, en sus siglas en alemán) distinguen las innovaciones.
Hubo 300 novedades inscriptas entre los 2900 expositores, según informó la DLG.. "Se caracterizan por un desarrollo constante en las áreas de electrónica y de sensores", dijo Reinhard Grandke, director ejecutivo de DLG. "El objetivo es lograr procesos más eficaces, precisos y respetuosos con el medio ambiente, al mismo tiempo que se reducen los costos", añadió.
Las estrellas de esta edición de Agritechnica fueron las innovaciones en agricultura digital. Desde drones hasta helicópteros, pasando por sistemas de gestión en vitivinicultura.
Una empresa argentina logró la atención de los visitantes. Se trata de Tecnocientífica, que había sido galardonada por el premio a la innovación en maquinaria agrícola Ternium-Expoagro. Elaboraron un equipo que permite leer en tiempo real la característica de los granos que se están cosechando. Mediante espectrometría, cada diez segundos se envían datos sobre nivel de proteína, humedad, calidad, gluten o PH, ya se trate de soja, trigo o cebada. "Se puede tener un mapa de calidad de todo el lote y no de una parte ", explica Gustavo Caneda, director de Desarrollo de la compañía.
La agricultura digital se llevó dos medallas doradas en Agritechnica. Una fue por el sistema de gestión de aplicaciones químicas en la protección de cultivos, una plataforma colaborativa entre BASF, John Deere y tres organismos públicos alemanes. Sensores ubicados en los brazos de la pulverizadora leen el estado de los cultivos e informan al operador sobre la necesidad de aplicación de un herbicida determinado. En otra aplicación similar de agricultura de precisión, John Deere, en asociación con tres firmas alemanas de especializadas en gestión de datos y una francesa de maquinaria agrícola, desarrollaron una plataforma para fertilizar según la demanda de nitrógeno y fósforo del lote elegido. La innovación no puede esperar.
Un barral ultraliviano
Lo desarrolló la argentina King Agro para John Deere
John Deere sacudió la Agritechnica de Hannover con la presentación de un barral de 36 metros de ancho de fibra de carbono en su pulverizadora automotriz. Este elemento se desarrolló en la Argentina, a través de la empresa King Agro. El nuevo material pesa siete veces menos que el acero. Al bajar más de 1.000 kg el peso del barral se pudo aumentar 25% el tamaño del tanque. Esto otorga más autonomía y mejora la performance al cambiar el centro de gravedad de la maquina.