Tras la polémica surgida por los dichos de Carlos Melconian sobre el costo salarial en un encuentro público, recientes informes elaborados por su consultora M&S refuerzan la idea del asesor económico de Mauricio Macri de suprimir la suba de sueldos y jubilaciones en 2016.
La iniciativa que ventiló este martes Melconian en un encuentro organizado por una revista de bancos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires podría derivar en la eliminación de las paritarias libres y la derogación de la ley de movilidad jubilatoria, que otorga dos aumentos por año a los haberes de los abuelos y los pensionados.
El trabajo de la firma que lidera el posible ministro de Economía en un eventual gobierno de Macri sostiene que la caída de las exportaciones y el nivel de competitividad del tipo de cambio llevarán a terminar 2015 con un nivel récord del costo salarial en dólares.
Las estimaciones de M&S Consultores indican que el promedio de los salarios mensuales formales privados brutos se ubicará a fin de año en u$s 1.516, o el equivalente a u$s 8,6 la hora, una cifra parecida a la del fin de ciclo de la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz en 1981, en plena dictadura militar.
En el informe se asegura que "una forma de reflejar la magnitud del atraso del tipo de cambio es observar la serie del costo laboral medido en dólares (tomando como un costo empresario)". La lógica de Melconian es abaratar costos empresarios devaluando la moneda y reduciendo los salarios de los trabajadores.
En ese marco, destaca que "el encarecimiento del costo salarial en dólares es una presión muy fuerte sobre la competitividad para exportar y competir con importaciones. En 2015, se observa un salto fuerte como consecuencia de que el Gobierno ancló el tipo de cambio nominal para frenar la inflación, pero los salarios en pesos y la inflación sube alrededor de 30%".
Según reveló Ámbito Financiero en base el estudio M&S en septiembre pasado, de cerrar el año en este promedio el costo salarial en dólares recupera el 16,5% respecto de 2014 (acumularía un 80% desde 2009) gracias al efecto conjunto de la concreción de las paritarias, la estabilidad del tipo de cambio y la desaceleración inflacionaria.
Los números que manejan Melconian y su equipo obligan a retrotraerse hasta comienzos de los 80 para ver un costo salarial en dólares similar. En 1980 el promedio se ubicó en u$s 1.759 con el fin de la tablita cambiaria y el advenimiento de la crisis financiera, para luego caer en 1981 a u$s 1.184 tras la devaluación de comienzos de año. De ahí en adelante el costo salarial en dólares deambuló entre los 500 y 800 dólares (el máximo en 1984 con u$s 848 a pesar del proceso inflacionario) para caer al menor nivel en 1989 a u$s 389, con la hiperinflación.
Luego la convertibilidad daría lugar a un nuevo proceso de recuperación del salario real que tuvo su récord en 1995 con u$s 1.349 y cerró en 2001 a u$s 1.147. La crisis derrumbó el costo salarial en dólares en 2002 a u$s 373 para luego iniciar una tendencia positiva que coronó su pico en 2013 con u$s 1.486.
Para la consultora del asesor de Macri el atraso cambiario implicará un ajuste mínimo del 50%, pero podría llegar a superar el 60%, si se cumple su deseo de elevar el dólar oficial a $ 16. M&S advirtió que el tipo de cambio real está apenas por encima del promedio de la convertibilidad y entre los cinco más bajos de las últimas seis décadas.
Pero además, considera que el nivel récord del costo salarial en dólares es uno de los problemas a resolver con la devaluación. También habrá que encarar medidas para mejorar la competitividad del sector manufacturero, la crisis exportadora de las economías regionales y el impacto del trípode precios-dólar-retenciones, que según Melconian, hace que los productores de soja reciban un 15% nominal menos que hace un año y el 25% real menos.
En febrero de 2014 el economista preferido del líder del PRO afirmaba a radio Mitre que "la estabilidad cambiaria actual es precaria" y que "el ritmo del aumento salarial lo va a ir marcando la tasa de inflación".
Pero ya en abril de 2015 giró su posición y optó por incentivar una devaluación y el congelamiento de aumentos salariales. "Que nadie crea que en la Argentina viene una devaluación, porque lo que viene es a lo sumo un sinceramiento de lo que ocurre, que es que un tipo de cambio vale en un mercado paralelo un 60% más de lo que vale en el supuesto oficial", dijo en los estudios de TV del canal TN.
Unos meses después, en plena campaña electoral porteña, exhortó al nuevo Gobierno a "blanquear lo que está ocurriendo en materia tarifaria y en la explosión del gasto público en la Argentina" y consideró que "terminó el paradigma de ponerle un pesito a la gente en el bolsillo para que vaya al shopping".
En un panel con los economistas ortodoxos Miguel Ángel Broda y José Luis Espert -también cercanos a Macri-, Melconian contó una anécdota y luego sinceró su pensamiento. Dijo ante decenas de empresarios -según reprodujo un matutino- que había estado comprando ropa en el Patio Bullrich, donde el vendedor le transmitió urgencia porque se terminara el kirchnerismo pero, al mismo tiempo, que si ganaba Macri mantuviera el plan Ahora 12. "Acá no hay ideología: hay capitalismo, reglas de juego, sentido común y el resto lo va a tener que hacer el sector privado", subrayó.
"El ajuste es inexorable. No va a ser planeado, sino que será a los golpes. El Gobierno que venga va a elegir el gradualismo, pero se debería tomar el camino del shock", completó casi como una promesa.
Otro de los puntos del informe remarca la necesidad de "ajustar" el gasto público en subsidios, a través de una liberalización y posterior incremento de las tarifas de los servicios públicos. M&S advierte que no se puede permitir que en los últimos 14 años la luz haya subido solo 150%, la telefonía 232%, el boleto de tren y subte 337%, el colectivo 387%, el agua 385% y el gas 616%. "Las tarifas siguen estando entre el grupo de precios más atrasados con respecto a la suba del índice general de precios", sostuvo la firma, y recordó que en ese plazo la inflación acumulada alcanzó el 1140%.